Para lograr que las estelas mayas fueran portátiles, tanto exploradores como personas locales las serrucharon para rebajarlas lo más posible. En algunos casos, se seccionaron para transportar y vender los fragmentos por separado y así generar mayor ganancia. Como la mayoría de los monumentos mayas están hechos de piedra caliza de consistencia bastante suave y porosa –una de las razones por las que se tallaron con bastante facilidad y detalle en la antigüedad– se podían utilizar las mismas sierras de hierro forjado empleadas por los madereros para derribar las caobas y otros troncos de maderas tropicales.
Para lograr que las estelas mayas fueran portátiles, tanto exploradores como personas locales las serrucharon para rebajarlas lo más posible. En algunos casos, se seccionaron para transportar y vender los fragmentos por separado y así generar mayor ganancia. Como la mayoría de los monumentos mayas están hechos de piedra caliza de consistencia bastante suave y porosa –una de las razones por las que se tallaron con bastante facilidad y detalle en la antigüedad– se podían utilizar las mismas sierras de hierro forjado empleadas por los madereros para derribar las caobas y otros troncos de maderas tropicales.