Historia de los edificios

GENERAL

Con una historia que abarca desde el periodo virreinal, los edificios que hoy habita el Museo Amparo han sido resultado de un crecimiento natural que le ha llevado a incorporar las casas colindantes para ampliar las salas de exposición.

La última etapa de construcción, iniciada en 2010, implicó la ampliación de espacios públicos, de exhibición y de almacenaje, dando resultado al espacio que hoy día caracteriza al Museo Amparo.

Durante estas dos décadas del siglo XXI, el edificio se ha puesto en valor en la escala de la globalidad con todas sus implicaciones: arquitectura internacional con el principio de arquitectura de integración en contexto histórico, museografía y curaduría actuales, conservación de la materialidad y los elementos intangibles del pasado, con los actores y autores de mayor prestigio nacional e internacional.

Te invitamos a conocer más sobre la historia de los edificios que hoy forman al Museo Amparo.

Historia de los edificios

El inmueble del Museo Amparo formó parte de un conjunto de edificios que tuvieron distintos usos a lo largo del tiempo. Su historia se remonta al siglo XVI cuando en 1538 se funda el primer hospital de la ciudad de Puebla, llamado San Juan de Letrán, conocido como “El Hospitalito”.

Hacia 1642, el obispo Juan de Palafox y Mendoza solicitó que los enfermos se trasladaran a otro hospital. El edificio y los predios anexos que incluían la huerta y un terreno sin construir cambiaron su uso, alojando a varios colegios, como el Colegio para Niñas dedicado a la Purísima Concepción, y un albergue para mujeres casadas o viudas.

Asimismo, sus muros vieron pasar una casa de sacerdotes, un asilo de ancianos y viviendas particulares. Desde 1871, una parte del edificio albergó la casa de Vicente Espinosa Bandini, abuelo de Manuel Espinosa Yglesias, fundador del Museo Amparo.

Edificios 1991

Actualización

La actualización arquitectónica del Museo Amparo consistió en renovar áreas y construir nuevos espacios conservando la distribución original del edificio. Planeado en tres etapas, el proyecto estuvo a cargo del despacho TEN Arquitectos con la dirección de Enrique Norten.

Primera etapa

En febrero de 2013, se inauguró la primera etapa de actualización. Se generaron nuevos espacios en interiores sumando otras estrategias: ofrecer mejores servicios y optimizar los espacios dedicados a exposiciones temporales.

Se consiguió neutralidad mediante los materiales y acabados, además de que se les dio un nuevo valor a los edificios históricos mediante una mayor fluidez espacial.

Resultados:

  • Renovación de salas de exposiciones temporales
  • Actualización de la Biblioteca
  • Modernización del Auditorio
  • Salas didácticas
  • Instalaciones óptimas para resguardo de obra
  • Mayor capacidad en espacios para actividades educativas
  • Tienda
  • Terraza con panorámica
  • Cafetería
  • Acceso a las Salas de Arte Virreinal y Siglo XIX a través del Vestíbulo, elemento central de conexión y distribución con las diferentes áreas
  • Adecuación de las azoteas para establecer una nueva relación con el paisaje urbano y el skyline del Centro Histórico de Puebla, replanteando la relación del edificio con su contexto
  • Mayor aprovechamiento de la luz natural
  • Accesos óptimos para personas con capacidades diferentes

Segunda etapa:

Esta fase del proyecto, abierta al público en diciembre de 2013, consistió en la reapertura de 1848 metros cuadrados de espacios para exposiciones temporales, equipados según los parámetros internacionales de exhibición que permiten recibir proyectos de los más diversos tipos y procedencias. Se integraron también áreas de servicios a sus visitantes con óptima funcionalidad.

Tercera etapa:

La tercera etapa, inaugurada en abril de 2015, actualizó las salas y el discurso museográfico de la Colección Permanente de Arte Prehispánico, ubicada en una superficie de 1285 metros cuadrados. Al concluir el proyecto, el Museo amplió sus espacios públicos, de exhibición y de almacenaje en cerca de 3000 metros cuadrados y cuenta con una superficie total de casi 9000 metros cuadrados.

Con esta actualización arquitectónica, el Museo Amparo reafirma su posición como centro cultural de referencia en nuestro país, tanto por la importancia de su colección permanente y exposiciones temporales, como por sus edificios e instalaciones y por el programa de actividades culturales y educativas que ofrece a la comunidad.

Origen y evolución del conjunto arquitectónico del Museo Amparo

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