Este mapa acompaña el expediente de 1579, en el que el español Bernardino Arias Dávila pide una merced de un solar y otras tierras para introducir ganado en ellas. Esto en el barrio de Santa María Magdalena, sujeto a Cuitlahuaca, Chalco, Estado de México. Según el procedimiento habitual para la concesión de mercedes, se realizó una visita a los sitios solicitados, en esta ocasión en canoa, y los naturales vecinos del lugar emitieron su opinión acerca de los graves inconvenientes que les acarrearía. Presentaron un escrito en náhuatl donde declararon que el terreno solicitado se encontraba ocupado por chinampas que habían levantado con mucho esfuerzo y que les pertenecían desde tiempos inmemoriales; entonces, debido a la gran mortalidad ocasionada por las epidemias, las huertas se encontraban abandonadas, pero si se introducía ganado, éste destruiría y se comería el tule con el que se elaboraban los petates. La pintura que se muestra aquí fue presentada por los vecinos para justificar los inconvenientes que se derivarían de esa merced. Finalmente, el juez encargado desestimó su otorgamiento.
El tlacuilo plasmó en este mapa su valioso espacio vivido a través de gruesos trazos negros: un paisaje chinampero construido con gran esfuerzo, allá donde los españoles tan sólo veían terrenos baldíos y “zacate para las bestias”. Las chinampas se encuentran rodeadas por dos canales pintados en azul, donde crecen ahuejotes (sauces) cuyas raíces se hunden para estabilizar el terreno sobre el que se levantan las sementeras. El espacio solicitado por el español se ubica mediante un trazo rojo que abarca unas sementeras donde crecen ondulantes tules verdes, y se acompaña de unidades de medida indígenas representadas mediante maitl (brazas), panti (banderas que señalan hileras) y puntos (unidades). Los dos óvalos delineados en negro y sombreados en verde señalan las tierras reclamadas por Arias.
Este mapa acompaña el expediente de 1579, en el que el español Bernardino Arias Dávila pide una merced de un solar y otras tierras para introducir ganado en ellas. Esto en el barrio de Santa María Magdalena, sujeto a Cuitlahuaca, Chalco, Estado de México. Según el procedimiento habitual para la concesión de mercedes, se realizó una visita a los sitios solicitados, en esta ocasión en canoa, y los naturales vecinos del lugar emitieron su opinión acerca de los graves inconvenientes que les acarrearía. Presentaron un escrito en náhuatl donde declararon que el terreno solicitado se encontraba ocupado por chinampas que habían levantado con mucho esfuerzo y que les pertenecían desde tiempos inmemoriales; entonces, debido a la gran mortalidad ocasionada por las epidemias, las huertas se encontraban abandonadas, pero si se introducía ganado, éste destruiría y se comería el tule con el que se elaboraban los petates. La pintura que se muestra aquí fue presentada por los vecinos para justificar los inconvenientes que se derivarían de esa merced. Finalmente, el juez encargado desestimó su otorgamiento.