Colección Fundación Amparo - Museo Amparo, Puebla
El Bicivocho de Escobedo, materializado en el 2001, es un prototipo de transporte público completamente funcional realizado con un toque de humor e ironía, característico de la artista. La obra, construida por la parte trasera de un vocho unida con una bicicleta que lo remolca, nos hace reflexionar sobre varios de los problemas más graves de la ciudad, como la contaminación, el tráfico y la delincuencia. Asimismo, propone soluciones a varios de ellos, por ejemplo: un periscopio para que el conductor pueda ver por encima de los demás automóviles; una botella de agua para quien lo conduce; mascarillas contra el smog e incluso un tanque de oxígeno portátil; un botiquín de primeros auxilios en caso de cualquier accidente; una bandera nacional; una cobija que recubre los asientos; y, finalmente, una caja para guardar el dinero que alerta sobre el hecho de que el conductor no tiene acceso a este depósito –por lo que no vale la pena asaltarlo. Mediante esta obra ambulante, Escobedo entrelaza su producción artística con preocupaciones ambientales, urbanismo, y lo vernáculo de la cultura pop y el imaginario chilango.