Corona imperial con aro liso y cónico en su zona inferior y moldura en forma de corona de laurel en la superior. Cestillo con crestería baja del que surgen seis imperios de formato romboidal, unidos en el colofón mediante roseta sobrepuesta de seis hojas y borde festoneado. Tanto la crestería como los imperiales ofrecen labores caladas y repujadas de gusto rococó a base de rocallas, flores y tornapuntas vegetales. El adorno mantiene la búsqueda de contrastes entre las partes abrillantadas y relevadas y los fondos matizados de picado de lustre. Falta la esfera y cruz terminal.
Su estilo rococó, unido a la presencia de las primeras y tímidas muestras de formas clásicas características del Diecinueve, visibles en la láurea del cerco y en el formato lanceolado de los imperiales (1), invitan a fijarle una cronología en la década de 1780. Como es habitual en este tipo de atributos, la falta del marcaje reglamentario impide concretar más su origen y datación, que, por las razones señaladas, presumimos caerá en cualquier caso en los años finales del siglo XVIII.
1. El Museo Nacional del Virreinato posee otra corona con imperios romboidales del mismo que, por su adorno de rosas cerradas y estilizadas hojas de acanto, cabría datar a finales del siglo XVIII o principios del XIX. Platería Novohispana…, op. cit., p. 76, OR/055.
Corona imperial con aro liso y cónico en su zona inferior y moldura en forma de corona de laurel en la superior. Cestillo con crestería baja del que surgen seis imperios de formato romboidal, unidos en el colofón mediante roseta sobrepuesta de seis hojas y borde festoneado. Tanto la crestería como los imperiales ofrecen labores caladas y repujadas de gusto rococó a base de rocallas, flores y tornapuntas vegetales. El adorno mantiene la búsqueda de contrastes entre las partes abrillantadas y relevadas y los fondos matizados de picado de lustre. Falta la esfera y cruz terminal.