Cultura | Zapoteca |
Región | Oaxaca | Período 3 | Clásico |
Período 4 | Clásico |
Año | 200-900 d.C. |
Técnica | Barro modelado, pastillaje e incisiones |
No. registro | 52 22 MA FA 57PJ 1294 |
Período | Clásico |
Medidas | 8.8 x 9.8 x 10.3 cm |
Ubicación | Salas de Arte Contemporáneo. Piezas Prehispánicas |
Investigador |
Dentro del arte alfarero de Mesoamérica existe una producción abundante de este tipo de vasijas que se conoce con el nombre de “vasos efigie”, la mayoría de los cuales están dedicados al dios Tláloc. Estos vasos eran utilizados en los ritos de petición de lluvia a este importantísimo dios de Mesoamérica.
Asociado al agua, a la lluvia, a la tierra, no es extraño que tenga un papel tan relevante dentro de la gran diversidad de dioses a los que adoraban los pueblos mesoamericanos, pues la mayor parte de ellos basaban su subsistencia en la producción agrícola.
Tláloc, o Cocijo entre los zapotecos, es uno de los dioses más antiguos y del que se tienen vestigios de una época remota. Todos los pueblos de Mesoamérica lo adoraban, sólo que lo llamaban y lo representaban de diferente forma; uno de los más conocidos es el que adoraban los nahuas: Tlalloc.
Algunos de sus rasgos inconfundibles son una especie de “bigotes” y unos colmillos, o dos pares de ellos; o colmillos y dientes frontales como el del vaso efigie de la imagen. En este caso, es una banda que corre arriba de la boca y que termina en forma curvada en los extremos. Una cualidad peculiar de este vaso efigie es que este rasgo se repite hacia arriba del rostro, como un desdoblamiento invertido, lo cual es poco común; ambas terminaciones forman a su vez, una representación simplificada de fauces abiertas de la serpiente. Las incisiones que tiene, perpendiculares a la banda, parecen confirmar que se trata de una sierpe, sus colmillos aparecen al frente. Como esto se repite en ambos lados, en realidad estamos viendo una forma abstracta de representar dos serpientes que, en simetría con la nariz, van en sentidos opuestos abriendo sus fauces hacia las orejas.
Sabemos, por algunas representaciones más explícitas o más claras, que este dios está asociado a dos serpientes. En ocasiones éstas aparecen entrelazadas, formando a su vez una protuberancia en la nariz y luego bordeando los ojos creando unos aros alrededor de los ojos. En este caso no es así, sino una representación más simplificada.
Estos arillos alrededor de los ojos aparecen sobre todo en imágenes de este dios en el Altiplano, sobre todo desde la época de Teotihuacán; pero no es así en todos los casos. En este vaso efigie, en vez de anteojeras o arillos alrededor de los ojos, lo que se tiene son unos amplios párpados cerrados de forma esférica o globular. Es una representación muy clara de este dios, pero las peculiaridades descritas arriba hacen pensar que posiblemente fue hecho en alguna zona cercana a la influencia teotihuacana, o en la época en que los zapotecos tenían una relación intensa y estrecha con la gran urbe. Los ojos de este dios nos recuerdan formas zapotecas.
El vaso efigie está hecho con un barro muy preciado en Mesoamérica, conocido como Anaranjado Delgado. Se le llama así por su color y porque es un tipo de pasta muy fina y maleable que permite hacer unas vasijas con paredes muy delgadas, y porque su composición es poco granular, sus partículas mínimas son extremadamente finas y adherentes, lo que le hace un barro muy manejable. Fue muy valorado y usado en el período Clásico en Mesoamérica.