En la obra de Germán Venegas convergen distintas mitologías: de la antigüedad clásica (con la figura de Afrodita), de diferentes culturas prehispánicas (a través de las deidades Coatlicue, Xipe Totec y Ehécatl), así como del universo filosófico-religioso del budismo (el propio Buda y el imaginario relacionado con los monjes). A través de la escultura, pintura y el dibujo, revisa elementos de aquellas cosmogonías y de sus formas de representación.
En esta pieza, que forma parte de una amplia serie, el artista se ocupa de Ehécatl, el dios mexica del viento que ha sido asociado con la figura del ozomahtli o mono. La idea de movimiento relacionada con la deidad parece motivar la forma en que la veintena de imágenes que integran la serie fueron realizadas. Mediante el ensayo de distintos tipos de trazos y del trabajo de la tinta sobre el papel, el artista va desde la exploración de las convenciones de representación del movimiento a la descomposición de la figura. De manera particular, en esta imagen la figura del mono parece ocupar diversas posiciones en el mismo plano, como sugieren las distintas colocaciones de los brazos y piernas, así como la exposición de los genitales.
Con exploraciones formales similares, el artista se ha ocupado en otras series de dibujo de temas como Coatlicue, el cuerpo descarnado, los monos, los tlatoanis y los viejos, revisando así diferentes simbolismos de lo humano.
En el año 2007, comprendido en el periodo en que se realizó la serie Ehécatl, el artista presentó la exposición Un solo aliento, bajo la curaduría de Carlos Ashida. En su texto para dicha muestra, centrada en los dibujos recientes de Venegas, el curador destacó el proceso transformador que el acercamiento con el budismo trajo a la vida y formas de producción del artista, que entonces presentaba una serie de autorretratos, otra sobre esqueletos o cuerpos descarnados y, precisamente, una sobre la figura del mono y sus diferentes simbolismos.
Como escribió Ashida, "Germán Venegas ha encontrado en la concepción budista de la realidad una rica fuente de estímulos y un medio para enfrentar las contradicciones de su circunstancia personal. Como consecuencia de ello, la natural disposición de Venegas para considerar su oficio como una forma de reflexión y conocimiento se ha reafirmado, eliminando así cualquier división entre su vida cotidiana, sus intereses profesionales y sus convicciones existenciales. Al asumir que la idea de un ‘yo’ individualizado es una ilusión y, por lo tanto, que todo forma parte de una unidad, Germán Venegas enfrenta los hechos irrebatibles de que la realidad que nos rodea es inestable y transitoria y que el flujo y el cambio son rasgos básicos de la naturaleza."
Referencias
http://germanvenegas.com
Carlos Ashida, “Un solo aliento” en Germán Venegas. Un solo Aliento, Catálogo de exposición, Centro Cultural del México Contemporáneo/Fonca-Conaculta, México 2007
https://inah.gob.mx/boletines/2051-piramide-de-ehecatl
En la obra de Germán Venegas convergen distintas mitologías: de la antigüedad clásica (con la figura de Afrodita), de diferentes culturas prehispánicas (a través de las deidades Coatlicue, Xipe Totec y Ehécatl), así como del universo filosófico-religioso del budismo (el propio Buda y el imaginario relacionado con los monjes). A través de la escultura, pintura y el dibujo, revisa elementos de aquellas cosmogonías y de sus formas de representación.