El tiempo en las cosas II. Salas de Arte Contemporáneo
II y V de la serie 294 días | El tiempo en las cosas II. Salas de Arte Contemporáneo | Museo Amparo, Puebla
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Gabriel de la Mora

II y V de la serie 294 días

Año 2016
Técnica Esmalte erosionado sobre lino
Medidas

60 x 60 x 4 cm

Ubicación Sala 5. Pulsiones y transgresiones
Investigador

Para realizar estas obras, Gabriel de la Mora dispuso en la azotea de su estudio un conjunto de telas sobre bastidores de distintas escalas y características. Durante 294 días, dato que da nombre a la serie, estos linos recubiertos de esmalte se expusieron a la erosión y a los cambios de forma que el sol, la lluvia, la contaminación y los cambios de temperatura podrían ejercer sobre ellos. Al terminar este periodo, el artista limpió las piezas, erosionadas e incluso deformadas, para estabilizarlas y fijar de esta manera su nueva condición y dimensión pictórica.

Esta estrategia, que combina la acción de la naturaleza con la intervención del artista, ha motivado distintas series donde interroga tanto la materialidad de las obras como los límites y procesos de la creación.

294 días surge de la investigación “El sentido de la posibilidad”, auspiciada por el Sistema Nacional de Creadores de Arte e iniciada en 2013 de cara al centenario de la primera Escuela de Pintura al Aire Libre, fundada por Alfredo Ramos Martínez en el pueblo de Santa Anita, en la Ciudad de México. Dicha investigación revisita la tradición arraigada en México de la “pintura al aire libre”, que tuvo diversas escuelas, y de la cual el artista retoma la idea asociada con la posibilidad de captar el espíritu de la naturaleza. Como parte de su propuesta, subvierte un ejercicio asociado a la representación del paisaje para plantear obras donde sea la naturaleza misma la que se inscriba paulatinamente, con toda su fuerza, en las superficies pictóricas. Con esta estrategia, sugiere preguntas acerca del control de la creación por parte del artista, quien pareciera únicamente facilitar esta acción de la naturaleza.

Para la curadora Cecilia Fajardo-Hill, “De la Mora ejercita procesos constantes de mutabilidad de la naturaleza de los objetos, una renovación y expansión de su rol y su tiempo de vida, y a menudo la aceleración de su brevedad y/o fragilidad”.[1] Siguiendo esta idea, plantea que, a partir de las series de obras donde la intemperie juega un rol tan importante, el artista concibe una forma de conciencia de un futuro-pretérito, donde busca una eternidad al buscar la longevidad de las cosas, al mismo tiempo que está consciente de su finitud material.

 

 

CGV- agosto, 2022

 

 

Referencias

 

https://gabrieldelamora.wordpress.com/2017/04/28/294-dias-294-days-2016/

 

https://gabrieldelamora.wordpress.com/tag/el-sentido-de-la-posibilidad/

 

https://artishockrevista.com/2015/01/13/gabriel-la-mora-lo-no-vemos-lo-nos-mira/

 

Cecilia Fajardo-Hill, “Rebasar los límites. Nada es imposible. Todo es posible.”, en Fabiola Iza (Ed), Fuera de cuadro: Gabriel de la Mora, S/E, México, 2017

 

 

[1] Cecilia Fajardo-Hill, “Rebasar los límites. Nada es imposible. Todo es posible.”, en Fabiola Iza (Ed), Fuera de cuadro: Gabriel de la Mora, S/E, México, 2017, p. 98.

Para realizar estas obras, Gabriel de la Mora dispuso en la azotea de su estudio un conjunto de telas sobre bastidores de distintas escalas y características. Durante 294 días, dato que da nombre a la serie, estos linos recubiertos de esmalte se expusieron a la erosión y a los cambios de forma que el sol, la lluvia, la contaminación y los cambios de temperatura podrían ejercer sobre ellos. Al terminar este periodo, el artista limpió las piezas, erosionadas e incluso deformadas, para estabilizarlas y fijar de esta manera su nueva condición y dimensión pictórica.

Obras de la sala

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