La práctica de producción de sellos en Mesoamérica parece iniciar desde el Preclásico y continúa durante toda la época prehispánica en diversas regiones. Los sellos se usaban con fines diversos, tales como pintar el cuerpo y la cara, así como para estampar diseños sobre vasijas, textiles o papel. Hasta ahora, la mayoría de los que se han encontrado son de cerámica, aunque posiblemente existían sellos de madera o de otros materiales perecederos. Este sello está hecho de barro cocido con molde, pero también había sellos tanto modelados como esgrafiados y, por lo general, estos últimos corresponden a épocas más tempranas.
Los motivos son variados y van desde geométricos hasta figurativos a la vez que pueden ser muy sencillos o bien sumamente complejos y elaborados, mientras que sus tamaños son diversos. Este sello presenta una figura de mono de manera estilizada. Cabe destacar que este animal es uno de los diseños más comunes en los sellos del Posclásico en el Altiplano central. Las características de la representación de monos en sellos son: una franja de pelo parado, ojo redondo, orejera en forma de disco, larga cola que termina en espiral, vientre inflado y postura con dos brazos levantados hacia arriba. Estos rasgos también suelen presentarse en las imágenes de monos en los códices pictográficos.
El mono u ozomatli en náhuatl corresponde al undécimo signo del calendario ritual de 260 días, Tonalpohualli. Su dios patrono es Xochipilli, señor de las flores, de la danza, de los juegos y del amor. Asimismo, el mono tiene relación con la fertilidad y la abundancia; la panza inflada y la postura podrían representar esta relación.
La práctica de producción de sellos en Mesoamérica parece iniciar desde el Preclásico y continúa durante toda la época prehispánica en diversas regiones. Los sellos se usaban con fines diversos, tales como pintar el cuerpo y la cara, así como para estampar diseños sobre vasijas, textiles o papel. Hasta ahora, la mayoría de los que se han encontrado son de cerámica, aunque posiblemente existían sellos de madera o de otros materiales perecederos. Este sello está hecho de barro cocido con molde, pero también había sellos tanto modelados como esgrafiados y, por lo general, estos últimos corresponden a épocas más tempranas.