La normalización del desastre nacional en forma de anuncio precario, el error y su consentimiento, la profesionalización del fiasco, el permanente fracaso de los gobiernos que insisten en reinventar el país a través de la inutilidad de su propio revés: “Nos chingaron pero ya chingamos”.
La normalización del desastre nacional en forma de anuncio precario, el error y su consentimiento, la profesionalización del fiasco, el permanente fracaso de los gobiernos que insisten en reinventar el país a través de la inutilidad de su propio revés: “Nos chingaron pero ya chingamos”.