Año | 2013 |
Año | 2013 |
Técnica | Madera tallada y estucada |
Medidas extra | 59.1 x 220 x 42.1 cm |
Investigador |
Debido a su formación como artesano tallador de madera y como pintor, en la obra de Germán Venegas hay una constante relación entre lo pictórico y lo escultórico. Como resultado de dicho diálogo formal, sus pinturas desbordan el plano bidimensional para desarrollar un importante trabajo de relieves; en la dimensión escultórica, por otra parte, se vale de distintas herramientas de policromía.
En esta obra, luego de una minuciosa talla en madera, el artista utilizó la técnica del estuco, que consiste en la aplicación de una mezcla de cal con otros elementos, a fin de modelar las superficies y dotarlas de color.
La imagen se refiere a Coatlicue, que en la cosmogonía mexica es la madre del Sol (Huitzilopochtli), la Luna (Coyolxauhqui), y las estrellas. Tiene cabeza y falda de serpientes, y lo conoce todo porque mira hacia adelante y hacia atrás: hacia el pasado y hacia el futuro. En esta escultura, el artista retoma las garras de ave de la deidad, pero se centra en las figuras de las serpientes y en las formas que trazan al desplazarse; el detalle en las escamas y ondulaciones se traduce en una idea de movilidad que refleja la destreza con que ha sido trabajada la madera.
Coatlicue es un tema que ha sido explorado por el artista en diferentes medios con una insistencia notable: mediante la talla escultórica, como en esta obra y otras variaciones que retoman distintos elementos de las representaciones de la diosa;[1] a través del dibujo, a partir de diferentes formas de figuración y abstracción;[2] y en una amplia serie pictórica, en cuyo desarrollo el artista va descomponiendo la imagen reconocible hacia una exploración matérica del óleo.[3]
“Cuando llegué a Coatlicue me di cuenta de que era un amasijo de símbolos de una deidad femenina que representa lo que es la vida. Yo he trabajado mucho con Afrodita, que es todo lo erótico, y faltaba la otra parte, la espiritual, en Coatlicue puedo ver todo junto: lo erótico y lo espiritual, lo creativo, la fertilidad, la sensualidad, el poder de la vida en el cosmos. En la lectura de sus símbolos puede verse el cambio. Es la parte esencial de la vida: somos hijos de Coatlicue”, ha explicado el artista.[4]
Referencias:
Germán Venegas. Coatlicue, catálogo de exposición, Aldama Fine Art, México, 2016
https://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/coatlicue-imagen-de-consolidacion-del-estado-mexica
[1] En la exposición Germán Venegas. Coatlicue (Aldama Fine Art, Ciudad de México, 2016), junto con Danza de la Coatlicue (2013), se exhibieron las tallas en madera Coatlicue I (s/f) y Coatlicue II (s/f), ambas con cualidades predominantemente antropomorfas. Ver: Germán Venegas. Coatlicue, catálogo de exposición, Aldama Fine Art, México, 2016. P. 63
[2] La serie de más de 90 dibujos sobre Coatlicue, realizados con tinta sobre papel arroz entre 2009 y 2011, puede consultarse en este enlace: http://www.germanvenegas.com/coatlicued.html
[3] Realizada entre 2009 y 2012, la serie pictórica Coatlicue tiene más de 30 elementos. Asimismo, el artista realizó una serie más pequeña llamada Coatlicue transformer (2011). Ambas pueden consultarse en el siguiente enlace: http://www.germanvenegas.com/coatlicue.html
[4] Comentarios del artista en ocasión de la exhibición de esta y otras obras con el tema de Coatlicue en 2016. Sonia Sierra, “Desde el principio estoy buscando a Coatlicue” en El Universal, 23 de febrero de 2016. En línea: https://www.eluniversal.com.mx/articulo/cultura/artes-visuales/2016/02/23/desde-el-principio-estoy-buscando-coatlicue