Una de las performances que se presenta en La Fiesta de XV años es creada entre mujeres del grupo de arte feminista Bio-Arte –colectivo surgido en el Taller de Arte Feminista impartido por Mónica Mayer en 1982, al igual que el colectivo Tlacuilas y Retrateras–, integrado por Nunik Sauret, Laita, Roselle Faure, Rose Van Lengen y Guadalupe García, cuya propuesta gira en torno a los cambios biológicos de la mujer. Este grupo confecciona vestidos de quinceañeras en plástico transparente y estampado, como una manera de aludir simbólicamente al “empaquetado” empleado para representar el ingreso de las mujeres en el mercado matrimonial. Durante la performance, Roselle Faure, Nunik Sauret y Rose Van Lengen “destapan” a Guadalupe García, que aparece desnuda como una recién nacida. De esa manera, Bio-Arte busca llevar a la reflexión sobre un ritual aún frecuente en muchos puntos de nuestro continente.
Al regresar definitivamente a México luego de su experiencia en Los Ángeles, Mónica Mayer lleva consigo la metodología educativa feminista a la que suma sus propios procesos e intereses vinculados con las problemáticas específicas de su país. Todo ello lo pone en práctica a través del taller La mujer y el arte que imparte en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP), entre 1982 y 1984, y que se considera fundacional en la organización de los grupos de artistas feministas mexicanas. Al finalizar sus primeros tres semestres de dictado, algunas integrantes del taller conforman el grupo Tlacuilas y Retrateras — Ruth Albores, Karen Cordero, Lorena Loaiza, Ana Victoria Jiménez, Mónica Mayer, Marcela Ramírez, Patricia Torres y Elizabeth Valenzuela—, quienes organizan la acción La Fiesta de XV años en 1984. Polvo de Gallina Negra participa de este evento con dos performances, una de ellas recibe el nombre Las ilusiones y las perversiones, en la que se aborda el tema de las fantasías amorosas de las quinceañeras, acción que realizaron junto a sus parejas. La segunda ocupa el lugar de la clausura de la Fiesta y consiste en la presentación de un manifiesto de arte feminista y en la realización de tres recetas, una de ellas es para evaluar un evento de arte feminista, la segunda es para protegerse de los sabotajes y comentarios malintencionados, y la tercera es para seguir con la lucha del arte feminista.
La Fiesta de XV años es una obra que muestra el carácter colectivo de los trabajos feministas, la colaboración entre mujeres rompe con la lógica individualista, con el mito del artista como ser único e iluminado, a la vez que critica la persistencia de rituales de iniciación femenina que mantienen las sociedades patriarcales occidentales. Esta obra cuenta con todo lo que conlleva esta tradición en México: pastel, madrina, chambelanes, coreografía, baile, vestidos, libro de la quinceañera y mucho revuelo, además de una exposición sobre el tema. Este evento multitudinario será muy criticado en la prensa local, catalogando a las artistas de malas actrices, entre otros apelativos, lo que refleja la no comprensión y/o interpretación errada de las estrategias escénicas de la performance feminista.
Una de las performances que se presenta en La Fiesta de XV años es creada entre mujeres del grupo de arte feminista Bio-Arte –colectivo surgido en el Taller de Arte Feminista impartido por Mónica Mayer en 1982, al igual que el colectivo Tlacuilas y Retrateras–, integrado por Nunik Sauret, Laita, Roselle Faure, Rose Van Lengen y Guadalupe García, cuya propuesta gira en torno a los cambios biológicos de la mujer. Este grupo confecciona vestidos de quinceañeras en plástico transparente y estampado, como una manera de aludir simbólicamente al “empaquetado” empleado para representar el ingreso de las mujeres en el mercado matrimonial. Durante la performance, Roselle Faure, Nunik Sauret y Rose Van Lengen “destapan” a Guadalupe García, que aparece desnuda como una recién nacida. De esa manera, Bio-Arte busca llevar a la reflexión sobre un ritual aún frecuente en muchos puntos de nuestro continente.