Salas de Arte Virreinal y Siglo XIX
Par de ramilletes | Salas de Arte Virreinal y Siglo XIX | Museo Amparo, Puebla
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Anónimo novohispano

Par de ramilletes

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Región Nueva España, ¿Oaxaca?
Período 3 Siglo XIX
Período 4 Siglo XIX
Año Ca. 1800
Técnica Plata en su color, laminada, repujada y cincelada 
No. registro VS.AU.025
Período Siglo XIX
Piezas por lote 2
Medidas 45.3   x 16.1  cm
Investigador

Pareja de ramilletes en forma de jarrón florido de una sola cara, repujados en chapa de plata clavada y sentada sobre tabla. El jarrón inferior adquiere formato bulboso de pera invertida y superficie convexa, en tanto que los ramilletes se recortan sobre una placa de contorno oval con ramos de acantos, arriba y abajo, que componen sendas coronas, la superior en forma de copete trifoliado con silueta de flor de lis y la inferior con pareja de lanzas. Rosas, margaritas y guirnaldas de flores y hojarascas que descienden en cascada se disponen, en composición simétrica, en torno a un espejo oblongo y liso. Ceñido por una moldura en media caña y orlado por corona de hojas puntiagudas, va enmarcado por otra moldura exterior baquetonada, a modo de cordón liso, que cae del lazo del copete superior.

De carácter decorativo, los ramilletes, jarras o florones aparecen desde comienzos del barroco novohispano dentro del mobiliario de capilla y del adorno del altar como complemento de frontales, atriles, blandones, sacras y cruces de altar. De ese modo, en 1686 el canónigo Diego de Victoria Salazar entregó a la fábrica espiritual de la catedral de Puebla, en cumplimiento de la voluntad del tesorero Silverio de Pineda, seis jarras de plata que pesaron 239 marcos y otros tantos ramilletes para las mismas, de 135 marcos, cuya manufactura había importado 2927 y 2474 pesos respectivamente.[1] Prueba de la exuberancia, fantasía y originalidad que dentro de este estilo llegaron a alcanzar esta clase de elementos ornamentales son los seis juegos confiscados al colegio jesuita del Espíritu Santo que se inventariarían en 1782.[2] De cuatro y dos jarras, con sus asas, y flores de plata al martillo remataban con lirios, azucenas, pájaros y aún con mariposas de plata policromada.

El mayor número de ejemplares conservados data, sin embargo, del período de transición al neoclasicismo o de la plenitud del estilo, como los dos juegos que posee el Museo Franz Mayer de México.[3] A esa misma etapa de afirmación de la estética clasicista en los años finales del Setecientos habría que adscribir asimismo la pareja del Museo Amparo, como denotan el formato lanceolado del ramillete, la rígida simetría axial, los motivos decorativos, a base de guirnaldas, rosas y estilizadas hojas de acanto, y la contención del exorno que, lejos del abigarramiento de los ejemplares barrocos, procura dejar libres los espacios de los fondos para destacar el ornato relevado. No obstante, parece una adaptación al lenguaje clasicista del siglo XIX de modelos barrocos dieciochescos. Así se desprende, por ejemplo, de su comparación con otro par de ramilletes del siglo XVIII en colección particular mexicana, ambos con el mismo tipo de jarrón liso y sin asas y espejo elíptico central con orilla recorrida por baquetón.[4] A la vista, pues, de sus rasgos y pese a la ausencia de marcas reglamentarias –como es habitual en los centros no capitalinos– pensamos que podrían haber sido labrados en un foco de marcada personalidad y fuerte tradición como Oaxaca, área de donde procede este último juego, al igual que otras piezas de la colección del Museo Amparo.

 

 

[1]. Pérez Morera, 2010: p. 277; y ACPA, Libro inventario, 1656, f. 38.

[2]. ACPA, Libro-memoria de las alhajas de oro y plata pertenecientes a los tres colegios del Espíritu Santo, San Ildefonso y San Francisco Javier entregadas por orden del virrey al obispo de Puebla, 1782, s. f.

[3]. Cfr. Esteras Martín, 1992: pp. 226-227, nº 79, y 289-290, nº 119.

[4]. AA VV, 1994: p. 78, nº 167.

 

Fuentes:

Esteras Martín, Cristina, La platería del Museo Franz Mayer. Obras escogidas. Siglos XVI-XIX, México, Museo Franz Mayer, 1992.

Pérez Morera, Jesús, “El arte de la platería en Puebla de los Ángeles. Siglos XVII-XVIII”, en Ophir en las Indias. Estudios sobre la plata americana. Siglos XVI-XIX, León, España, Universidad de León, 2010.

La Platería Mexicana. México, INAH, 1994.

Pareja de ramilletes en forma de jarrón florido de una sola cara, repujados en chapa de plata clavada y sentada sobre tabla. El jarrón inferior adquiere formato bulboso de pera invertida y superficie convexa, en tanto que los ramilletes se recortan sobre una placa de contorno oval con ramos de acantos, arriba y abajo, que componen sendas coronas, la superior en forma de copete trifoliado con silueta de flor de lis y la inferior con pareja de lanzas. Rosas, margaritas y guirnaldas de flores y hojarascas que descienden en cascada se disponen, en composición simétrica, en torno a un espejo oblongo y liso. Ceñido por una moldura en media caña y orlado por corona de hojas puntiagudas, va enmarcado por otra moldura exterior baquetonada, a modo de cordón liso, que cae del lazo del copete superior.

Obras de la sala

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