La orfebrería se conoce en América desde el 800 a.C. en Perú y Colombia donde se trabajaba mucho el oro. En Mesoamérica, en el Occidente, se empezaron a fabricar objetos de metal, como este cascabel, a partir del 700 a 900 d.C. Algunas investigaciones proponen que la orfebrería llegó a Mesoamérica por contactos transpacíficos con el área de los Andes.
Aquí es muy interesante resaltar que el purépecha es una lengua que tiene parentesco con lenguas de esta región sur de América y la única que no tiene parentesco con las otras familias lingüísticas de Mesoamérica. Si existe una relación de parentesco lingüístico entre los purépechas y los Andes, no es descabellado pensar que la orfebrería pudo haber llegado por esta vía a Mesoamérica. Pero con el tiempo, la orfebrería se practicó en otras zonas, como en la huasteca, mixteca, zapoteca y nahua, sobre todo a partir del Posclásico.
Al parecer, no fue por el desarrollo propio de la tecnología como en Mesoamérica se empezaron a fabricar objetos de metal, sino por la introducción de una innovación tecnológica desarrollada en tierras lejanas.
Dos técnicas se desarrollaron en su fabricación, la del martilleo, o a través de la llamada “técnica de la cera perdida”. Los cascabeles fueron hechos con ésta última. Esta técnica consiste en una serie de pasos: primero se esgrafiaba sobre una pieza hecha de barro y carbón. Cuando se secaba la pasta se esculpían o se esgrafiaban las figuras y las formas deseadas. Al quedar un vacío en la superficie con ellas, se rellenaban haciendo presión sobre laminillas de cera; después, se recubría otra vez todo con la mezcla de barro y carbón, y se dejaba secar, no sin antes colocar un tubo de cera para que se formara un canal en la parte superior. Se ponía el molde al calor para fundir la cera y después se vaciaba. Después se vertía en este canal el metal fundido. Al enfriarse se formaba el cascabel, por dentro. Para extraerlo se rompía el molde de barro. Después se le daba un terminado a la pieza puliéndola con un pedazo de cerámica por frotación o con una piedra o arena muy fina.
Dentro de las culturas mesoamericanas, los cascabeles, comúnmente de cobre, eran usados como moneda, como también lo fueron las hachas o hachuelas de este metal y el cacao. En algunas tumbas se han encontrado restos humanos que llevan en la boca un cascabel. Se creía que esta moneda le ayudaría al difunto a entrar al inframundo.
La orfebrería se conoce en América desde el 800 a.C. en Perú y Colombia donde se trabajaba mucho el oro. En Mesoamérica, en el Occidente, se empezaron a fabricar objetos de metal, como este cascabel, a partir del 700 a 900 d.C. Algunas investigaciones proponen que la orfebrería llegó a Mesoamérica por contactos transpacíficos con el área de los Andes.