Su procedencia es desconocida, aunque por su diseño podría proceder de la isla de Jaina o del puerto de Xcambó, en el norte de Yucatán; en ambos lugares se han encontrado platos con el mismo diseño y representación. Se trata de un plato estilo Cui con soporte trípode y decorado con la figura de un ave; predominan los colores de gama rojo y anaranjado. El plato posee tres soportes con pequeñas perforaciones y una piedrita en su interior que se conoce como pata sonaja y fueron muy empleadas en recipientes del período Clásico. Hay constancia arqueológica y etnográfica de que estos grandes platos fueron usados para presentar alimentos cocinados al grupo de élite.
El artista incluye elementos, adornos y detalles que permiten diferenciar a esta ave de las aves comunes y terrenales, convirtiéndola en un ser de apariencia sobrenatural; lleva orejeras y un tocado anudado en la frente. El ojo en espiral también es característico de los seres sobrenaturales, al igual que el adorno de doble voluta que cuelga del pecho. Su pico curvo, como el de las aves rapaces, está abierto y enseña una hilera de dientes que lo vuelve más humano, ya que las aves carecen de ellos. En Mesoamérica, determinadas aves estaban asociadas a los dioses, los árboles, los colores y los puntos cardinales. Es posible que ésta haga alusión al dios L, un dios que entre otros atributos se le identifica por portar en su cabeza un sombrero con un ave definida en el ámbito científico como búho, gavilán, y en maya como pájaro moan. Es un dios creador estrechamente asociado con el comercio, así como uno de los que más se representa durante el período final del Clásico en el norte de Yucatán.
La técnica y el diseño de este plato se corresponden con las cerámicas localizadas en la costa occidental de la Península de Yucatán, tanto en la isla de Jaina, en la costa de Campeche, como en Xcambó, puerto del norte de Yucatán. Es posible que el comercio al que se vio sometida la ruta marítima costera que partía desde Veracruz hasta las islas del Caribe, permitiese que las corrientes artísticas, o en su defecto las piezas cerámicas, viajasen en un sentido o en otro.
Su procedencia es desconocida, aunque por su diseño podría proceder de la isla de Jaina o del puerto de Xcambó, en el norte de Yucatán; en ambos lugares se han encontrado platos con el mismo diseño y representación. Se trata de un plato estilo Cui con soporte trípode y decorado con la figura de un ave; predominan los colores de gama rojo y anaranjado. El plato posee tres soportes con pequeñas perforaciones y una piedrita en su interior que se conoce como pata sonaja y fueron muy empleadas en recipientes del período Clásico. Hay constancia arqueológica y etnográfica de que estos grandes platos fueron usados para presentar alimentos cocinados al grupo de élite.