Varios yugos o fragmentos de yugos han sido encontrados en contextos arqueológicos asociados a cráneos y otros restos; algunos mostraban residuos de polvo de cinabrio, lo cual acentúa su pertenencia al contexto funerario. Se trata, al parecer, de ofrendas, puede deducirse que eran para personajes de alto rango, soberanos, sacerdotes o guerreros.
El nexo temático entre el yugo y el juego de pelota es probable pero no podemos considerarlo definitivo; quizá la mejor evidencia a su favor sea la fuerte semejanza formal existente con las gruesas bandas protectoras de la cadera que suelen llevar los jugadores de pelota en muchas imágenes. La forma de U que presentan los yugos podría estar relacionada con la idea del curso del sol sobre el “plano” terrestre, pero es preciso señalar que también tiene una semejanza notable con la forma en que se representaba, particularmente en los códices, la cavidad en la que se enterraban los restos de los muertos, es decir, la tumba.
Este yugo muestra tres cráneos, uno a cada lado y otro al frente, una serie de entrelaces y al menos dos serpientes cuyas cabezas se encuentran en la base y sus colas, provistas de crótalos, surgen hacia arriba y se muestran a ambos lados del cráneo principal, a la altura de su quijada. Si bien la representación de serpientes fue más común en los yugos de la costa del Pacífico, el estilo de la ornamentación, la forma de los entrelaces que vemos aquí coincide con diseños del centro de Veracruz, ligados a la cultura de El Tajín y de otros sitios de la región. El entrelazamiento de volutas es muy característico de la cerámica y el bajorrelieve de las culturas del Golfo a lo largo de todo el período Clásico, es decir, del Clásico temprano (200-600 d.C.) contemporáneo de Teotihuacánvolant y del Clásico tardío (600-900 d.C.) cuando la elaboración de yugos tuvo cierto auge y se desplazó hacia el Istmo y la costa del Pacífico.
Además, hay un rasgo muy característico en la técnica de talla de El Tajín y otros sitios del centro de Veracruz, que es el uso de una incisión lineal o canaladura que corre paralela al contorno de las formas, misma que se observa claramente en este yugo. Algunos motivos labrados, como una esquemática cabeza de lagarto, reproducida en ambos extremos, después de las calaveras laterales, tienen una afinidad considerable con diseños apreciables en la ornamentación de las “caritas sonrientes”. La relación entre ambos tipos de objetos y su pertenencia a una misma cultura debe considerarse, aunque los contextos arqueológicos no han arrojado suficiente información al respecto.
La mayoría de los yugos y de las “caritas sonrientes” que se conocen fueron obtenidos por buscadores anónimos y no por investigaciones arqueológicas, lo que impide hacer afirmaciones más seguras en relación con los contextos. Finalmente, nos parece inadecuado identificar los yugos y otros objetos como pertenecientes a la cultura totonaca ya que de acuerdo con estudios recientes, los totonacos podrían haber llegado a la región después del Clásico.
Varios yugos o fragmentos de yugos han sido encontrados en contextos arqueológicos asociados a cráneos y otros restos; algunos mostraban residuos de polvo de cinabrio, lo cual acentúa su pertenencia al contexto funerario. Se trata, al parecer, de ofrendas, puede deducirse que eran para personajes de alto rango, soberanos, sacerdotes o guerreros.