El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico
Vasija efigie Remojadas Inferior | El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico | Museo Amparo, Puebla
Vasija efigie Remojadas Inferior | El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico | Museo Amparo, Puebla
Vasija efigie Remojadas Inferior | El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico | Museo Amparo, Puebla
Vasija efigie Remojadas Inferior | El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico | Museo Amparo, Puebla
Vasija efigie Remojadas Inferior | El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico | Museo Amparo, Puebla
Vasija efigie Remojadas Inferior | El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico | Museo Amparo, Puebla

Vasija efigie Remojadas Inferior

Cultura Remojadas
Región Centro Sur de Veracruz
Período Preclásico Tardío
Año 200 a.C. – 200 d.C.
Período 9 Preclásico Tardío
Año 200 a.C. – 200 d.C.
Técnica

Barro modelado con aplicaciones, incisiones y chapopote

Ubicación Bóveda Prehispánico
No. registro 52 22 MA FA 57PJ 857
Investigador

Durante las décadas de los cuarentas y los cincuenta, el arqueólogo Alfonso Medellín Zenil, realizó diversas exploraciones en la zona centro de Veracruz. Resultado de ello, publicó en 1960 su obra Cerámicas del Totonacapan, la cual además de proponer una subárea cultural, establece una cronología cerámica.

Entre las distintas reflexiones desarrolladas, advierte la presencia de una producción alfarera diagnóstica del Preclásico Tardío o Protoclásico (nombrado por el autor como Remojadas Inferior) cuya característica más significativa es el uso de cerámicas con aplicaciones sobre formas utilitarias denominadas como: “jarra-efigie”.

Esta pieza ostenta elementos que se vinculan a este tipo cerámico, específicamente al “baño rojizo pulido”. El cuerpo de la obra se constituye de un botellón, es decir, una vasija cuya base esférica sostiene un prolongado cuello cilíndrico que finaliza con un borde curvo divergente. En su sección trasera, por ejemplo, es posible observar fielmente su forma, así como su tratamiento de superficie que consiste en un pulimiento realizado horizontalmente para su base y vertical para el cuello, elementos manufacturados por separado, los cuales previo a su proceso de cocción fueron unidos.

En su frontal se aprecian diversas técnicas alfareras que contribuyeron a la definición del rostro y cuerpo femenino. Muestra de ello son las aplicaciones, presentes en el tocado, las orejeras, boca, dientes y collar. Los brazos, pechos, cejas y nariz fueron modelados, estos últimos con un esmero que permitió generar una expresión de serenidad. Las incisiones formaron los dedos de las manos, el ombligo y lo que sugiere una escarificación que inicia en los hombros y finaliza en sus pechos.

Finalmente, la existencia de chapopote acentúa su afinidad con las cerámicas producidas en la Costa del Golfo, donde su uso como elemento decorativo se evidencia desde el periodo Preclásico Medio (1200-400 a.C.), hasta el Posclásico Tardío (1200-1521 d.C.). Esto debido a que emerge de forma natural en varios puntos de la zona centro y sur del litoral veracruzano.

La aplicación del asfalto acentúa los ojos, dientes, hombros, pechos y pezones, asimismo, genera una prenda de vestir constituida de una gran línea horizontal y diez verticales, que proyectan una suerte de faldellín.

Estamos por tanto ante una obra que representa a una mujer joven sedente con el torso desnudo con collar y un gran tocado. Aunado a su postura y disposición de sus extremidades superiores, podemos suponer que se trata de un personaje de gran estatus. La función de la vasija-efigie muy posiblemente se relaciona con actividades rituales, como contenedora y escultura a la vez.

Durante las décadas de los cuarentas y los cincuenta, el arqueólogo Alfonso Medellín Zenil, realizó diversas exploraciones en la zona centro de Veracruz. Resultado de ello, publicó en 1960 su obra Cerámicas del Totonacapan, la cual además de proponer una subárea cultural, establece una cronología cerámica.

--Obras de la sala --

El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico