Mediante la creación de objetos híbridos, Cisco Jiménez combina la cosmogonía mesoamericana, el contexto político, económico y social de Latinoamérica, la nostalgia por el pasado reciente que prometía ser más estable, y la tecnología, ahora obsoleta, que dominó en las últimas décadas del siglo XX.
La efigie de este olmeca intergaláctico bien puede representar una imagen religiosa del catolicismo, o un fetiche del candomblé y la santería, o simplemente representar al ser humano contemporáneo incapaz de existir sin la tecnología. Esta criatura robótica se presenta como una alternativa para afrontar un incierto y potencialmente catastrófico futuro, integrando un sin número de identidades que la redefinen constantemente de aquí hasta Marte.
Mediante la creación de objetos híbridos, Cisco Jiménez combina la cosmogonía mesoamericana, el contexto político, económico y social de Latinoamérica, la nostalgia por el pasado reciente que prometía ser más estable, y la tecnología, ahora obsoleta, que dominó en las últimas décadas del siglo XX.
La efigie de este olmeca intergaláctico bien puede representar una imagen religiosa del catolicismo, o un fetiche del candomblé y la santería, o simplemente representar al ser humano contemporáneo incapaz de existir sin la tecnología. Esta criatura robótica se presenta como una alternativa para afrontar un incierto y potencialmente catastrófico futuro, integrando un sin número de identidades que la redefinen constantemente de aquí hasta Marte.