Una de las tradiciones de figurillas más fascinantes y que conocemos mejor es la del Preclásico del Valle de México. Estas figurillas se caracterizan por ser, la mayoría de ellas, representaciones femeninas, poseer grandes caderas, ojos delimitados al pastillaje, un rostro afable y, muchas veces, el cabello les cae en el pecho, con lo cual se ocultan los senos.
Las cuatro figurillas con el número de catálogo 664 de la Colección del Museo Amparo tienen las características anteriormente mencionadas. Pero, cada una de ellas posee rasgos que las hace únicas y que nos muestra los distintos caminos que tuvo el arte.
La figurilla 664-1 se caracteriza por esta de pie, tiene las piernas ligeramente separadas, posee grandes caderas con un gran ombligo y, como se comentó, el pelo le cae sobre el pecho, tapando los senos. El pelo se compone por dos grandes tiras que salen de la nuca y se proyectan hacia enfrente. Asimismo, de los hombros le salen dos pequeños brazos, doblados en su extremo distal, los cuales terminan en una forma cónica. Algo que siempre es llamativo en esta tradición es la despreocupación por las manos y las piernas, las cuales no se resaltan. En el caso del rostro, su expresión es amable. Se marcan las cejas con una tira colocada al pastillaje en diagonal; los ojos son contorneados con una pequeña tira y la nariz es un pequeño prisma triangular. La boca está entreabierta, creada con una pequeña incisión. Algo distintivo de esta pieza es el tocado, el cual se compone por dos tiras horizontales, sobrepuesta una sobre otra y con dos pequeñas salientes en la sección superior. Además, el cuerpo está lleno de concreciones de cal, lo que ocasiona que apenas se pueda distinguir el color de la arcilla y los pequeños restos de pigmento amarillo que se encuentran en el muslo derecha y el pecho. Asimismo, la figurilla se encuentra rota a la altura del pecho.
La pieza 664-2 es un poco más burda. Mantiene las mismas características en las piernas, las caderas, los brazos, el ombligo y, de igual manera, apenas son remarcados los pies y las manos. En el caso de esta figurilla, el pelo se marca con un par de bandas que le cae sobre el pecho, colocándosele incisiones horizontales a la banda externa, simulando una trenza. El rostro tiene un aspecto menos amable y se distingue una habilidad menor del artista, ya que la cabeza está un poco deforme. Los ojos se realizaron con dos incisiones, al igual que la boca, y la nariz es un pellizco en el barro. El tocado también es muy particular, puesto que se colocó al pastillaje un prisma que tiene una textura compuesta por múltiples esferas, posiblemente representándose el lugar de donde salen las trenzas. Además de estas características, la pieza es muy lisa, tiene pocas concreciones de cal y se encuentra fracturada en la mano derecha y a la altura del cuello. Un rasgo distintivo es que posee una pequeña mancha roja en la mano derecha.
La pieza 664-3, a pesar de que mantiene las características anteriormente mencionadas, se destaca por poseer grandes muslos lobulares que se unen en la sección interna. Además, el pelo que le cae sobre el pecho está compuesto por dos bandas muy rectas y posee un delgado collar en el cuello. Los rasgos del rostro son delicados, destacándose unas orejas llamativas, unos ojos lisos, sin tanto relieve, una nariz triangular y una sonrisa esbozada con una delicada línea incisa. Lo más llamativo de la pieza es el tocado, el cual parece un sombrero con un moño. Para crear este tocado, primero se colocó una banda en la frente, Después se puso una tira alrededor de la cabeza con pequeñas líneas diagonales incisas y, en el círculo central, se colocó un moño, con forma de estrella de cinco picos. La pieza se encuentra cubierta por concreciones de cal y solamente en las orejas y en el moño se distingue un intenso color rojo.
Por último, la pieza 664-4 tiene las mismas características, dos grandes formas globulares generan las piernas y los muslos. El pecho tiene una ligera curvatura divergente y salen dos conos con las paredes curvas para representar los brazos. En el cuello se colocó un collar y el rostro es delicado. Con líneas incisas se hicieron los ojos y la boca. Dos bandas colocadas al pastillaje crean las cejas y un pequeño triángulo simula la nariz, mientras que salen de las orejas dos bandas que caen sobre el pecho, representando el cabello. En la parte superior de la cabeza tiene un círculo con pequeñas líneas incisas, simulando el cabello o una gran superficie corrugada y, enfrente de esta forma, se encuentra una banda festonada. La pieza destaca por el intenso color amarillo que la recubre y se alcanza a distinguir algunos toques de rojo en el tocado, lo cual nos muestra la intensidad cromática que tuvieron estas figurillas en su momento.
Estas piezas tienen la característica de mostrarnos la multiplicidad de caminos que podía seguir las representaciones del Preclásico, ya que, aunque se seguía un patrón común en la forma de representar el cuerpo, cada artesano destacaba, obviaba y les imprima características únicas a sus piezas.