El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico
Figurillas tablilla sin cuello  | El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico | Museo Amparo, Puebla
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Figurillas tablilla sin cuello

Cultura Occidente de México
Región Región Tuxcacuesco (Jalisco)
Período Preclásico tardío a Clásico temprano
Período 9 Preclásico tardío a Clásico temprano
Año 300 a.C.-300 d.C.
Técnica

Cerámica modelada con decoración al pastillaje e incisiones

Medidas

850-1: 25.3 x 14 cm.

850-2: 23x 11.8 cm.

Ubicación Bóveda Prehispánico
No. registro 52 22 MA FA 57PJ 850 2
Investigador

En la región de Tuxcacuesco, en Jalisco, se desarrolló una tradición cerámica sin par. De ahí provienen las figurillas naturalistas que tienen tal esmero que se moldea cada uno de los dedos de los pies. Pero, junto a estas piezas se desarrollaron las figurillas tipo tablilla, que se caracterizan por ser planas, tener una nariz prominente (al ser el único elemento que sobresale) y una enorme cabeza, alargada verticalmente, que llega a alcanzar la mitad de la pieza.

            En el número de registro 850 de la Colección del Museo Amparo, se encuentran agrupadas dos “Figurilla Tablilla sin cuello” correspondientes al subtipo XIIId de la tipología propuesta por Carolyn Baus Reed Czitrom.

            Las dos piezas representan a una persona de pie, con las piernas separadas, los brazos extendidos hacia un lado y hacia abajo, y tienen como rasgo distinto una gran cabeza. En ambas figurillas destaca que son completamente planas y solamente una gran nariz de forma ovalada sobresale.  

            En el caso de la figura 850-1 tiene una cara rectangular alargada verticalmente y se ensancha en la sección superior. Tiene un tocado compuesto por una tira curva colocada al pastillaje, otro ribete rodea el contorno superior de la cabeza y hay dos bandas compuestas por dos cintas, colocadas verticalmente en la sección superior del tocado. En el contorno se pusieron nueve esferas al pastillaje; dos de ellas al inicio del tocado y otras dos en el centro. Los rasgos de la cara son muy sencillos. Los dos ojos se componen por dos esferas con una línea incisa horizontal, fórmula que se emplea también para la boca. Tiene dos orejeras creadas con un pellizco en la parte inferior de la cabeza y con un agujero en el centro, mientras que la nariz, como ya se mencionó, es prominente, con una nariguera en la zona inferior.

            La pieza carece de cuello. Por ello, una gargantilla ayuda a unir la cabeza con el torso. Este collar se compone de dos tiras curvas con tres esferas en el centro.

El torso es cuadrado y de la parte superior salen dos formas cónicas representando los brazos. En medio de ellas están dos pequeñas tiras, simulando un brazalete. Asimismo, entres los brazos y el pecho se colocaron dos esferas, aparentando el pecho de la persona. Del torso, salen dos conos, que figuran las piernas y ellos se encuentran decorados con líneas incisas: una se encuentra a la mitad del pecho, en el inicio de los pies hay dos líneas más y de la entre pierna salen un par de líneas hacia cada esquina.

Cabe resaltar que la pieza posee pequeños vestigios de pintura colocada después de la cocción. Aún se alcanzan a distinguir restos de pintura blanca en las piernas, el collar y, posiblemente, el tocado. Mientras que se aprecia el color negro en los muslos y el hombro.

Por otra parte, la pieza 850-2 tiene gran parte de las características mencionadas. Posee una cabeza rectangular alargada. El tocado se marca con tiras colocadas al pastillaje: una rodea la cabeza, otra se coloca verticalmente en el centro y de ahí bajan otras dos tiras diagonalmente a cada lado. Los ojos y la boca siguen la misma convención, colocándose un pequeño cirulo con una banda incisa horizontalmente. A los lados de la cabeza hay dos esferas con un orificio en medio, representando las orejeras y la nariz es prominente, ovalada y con una nariguera en el centro.

De la misma forma que la anterior pieza, la unión de la cabeza con el cuerpo se hace con una gargantilla compuesta por dos tiras y una esfera en el centro. El torso es rectangular y de ahí se desprenden las piernas y los brazos de forma cónica. Los brazos tienen en medio dos tiras, simulando un brazalete y, entre el brazo y el torso, se encuentra un pequeño cono representando los senos del personaje. En las piernas se emplean incisiones para marcar la ropa. Una línea horizontal se marca en medio del pecho y otras dos dividen la pierna del pie; mientras que de la entrepierna surgen dos pares de líneas que se dirigen a cada esquina.

Ambas piezas, tanto la 850-1 como la 850-2 se encuentran fracturadas en las piernas. La primera pieza se fractura en la cintura y en cada extremidad; mientras que la segunda pieza solamente tiene fracturada la pierna derecha.

Estas figurillas representaban a mujeres de la elite y llama la atención la gran diferencia que tienen con las representaciones naturalistas que se producían en la misma región. Esta discrepancia nos muestra la imperiosa necesidad de un estudio más profundo para conocer el distinto contexto en el cual se empleaba cada una de las piezas y el simbolismo que tenían.

En la región de Tuxcacuesco, en Jalisco, se desarrolló una tradición cerámica sin par. De ahí provienen las figurillas naturalistas que tienen tal esmero que se moldea cada uno de los dedos de los pies. Pero, junto a estas piezas se desarrollaron las figurillas tipo tablilla, que se caracterizan por ser planas, tener una nariz prominente (al ser el único elemento que sobresale) y una enorme cabeza, alargada verticalmente, que llega a alcanzar la mitad de la pieza.

Obras de la sala

El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico