El estudio de la cerámica azteca ha tenido un gran desarrollo en los últimos 50 años, lo cual ha permitido crear una tipología precisa e identificar temporalmente el desarrollo de los distintos tipos cerámicos. Así, se han establecido cuatro periodos, denominados: Azteca I (1250-1299 d.C.), Azteca II (1300-1403 d.C.), Azteca III (1403-1507 d.C.) y Azteca IV (1507-1519 d.C.), existiendo, en cada uno de ellos, un tipo de cerámica característico. Los cambios entre un periodo y otro son muy notorios en el tipo Negro sobre Anaranjado, donde se puede ver como el anaranjado comienza con una fuerte saturación y poco a poco se va aclarando, tomando tonalidades amarillas; asimismo, la decoración inicia con gruesas pinceladas y se va refinando hasta presentar pequeñas líneas, creándose diseños muy complejos.
Así, la pieza 142 pertenece al tipo Negro sobre Anaranjado, como se evidencia al tener un engobe anaranjado que recorre toda la pieza, el cual se pulió ligeramente y gruesas líneas negras decoran la vasija. Su forma es un cajete con la base convexa, fondo cóncavo, cuello curvo-convergente, boca circular y borde redondeado.
Posee una gruesa banda en el borde que cubre una parte de la superficie exterior e interior. El diseño central es muy sencillo, podemos ver en el centro dos círculos concéntricos de donde salen, de forma radial, trece líneas onduladas que son contenidas por otros dos círculos concéntricos. Las líneas son muy gruesas y el trabajo del artesano no es muy preciso, lo cual lo podemos ver en los círculos. El más pequeño adquiere una forma irregular, el segundo es ovalado y los dos últimos se componen por líneas curvas, haciendo que en muchas secciones el círculo tenga una doble línea.
Asimismo, podemos reconstruir los pasos que se realizaron para hacer la decoración: se colocó primero el círculo más pequeño, posteriormente el que lo rodea, de ahí se colocaron las líneas onduladas, las cuales se pintaron de adentro hacia afuera, al notarse donde se apoyó el pincel y como se fue desvaneciendo hacia la parte externa. El siguiente círculo se hizo con tres trazados y el último requirió siete trazos para realizarse.
El engobe y el diseño sitúan a la pieza dentro del periodo Azteca I, es decir, fue realizada entre el 1250 y 1299 d.C. Por tanto, este plato es un testigo del momento en el cual los mexicas llegaron a la cuenca de México y se asentaron en el cerro de Chapultepec. Este grupo, como se sabe, no fue el primero en llegar, ya que en la ribera del lago estaban asentados grupos de acolhuas y tepanecas, siendo la ciudad de Azcapotzalco (ciudad tepaneca) la que dominaba la cuenca de México. Los mexicas encontrarán su asentamiento definitivo hasta 1325 d.C., año en el que se establecerán en un islote, en las cercanías del lago. Por tanto, esta cerámica, aunque debió ser conocida por los mexicas, no es un indicador del poder que tendrán, el cual quedará reflejado en otros tipos cerámicos, como el Azteca III.
El estudio de la cerámica azteca ha tenido un gran desarrollo en los últimos 50 años, lo cual ha permitido crear una tipología precisa e identificar temporalmente el desarrollo de los distintos tipos cerámicos. Así, se han establecido cuatro periodos, denominados: Azteca I (1250-1299 d.C.), Azteca II (1300-1403 d.C.), Azteca III (1403-1507 d.C.) y Azteca IV (1507-1519 d.C.), existiendo, en cada uno de ellos, un tipo de cerámica característico. Los cambios entre un periodo y otro son muy notorios en el tipo Negro sobre Anaranjado, donde se puede ver como el anaranjado comienza con una fuerte saturación y poco a poco se va aclarando, tomando tonalidades amarillas; asimismo, la decoración inicia con gruesas pinceladas y se va refinando hasta presentar pequeñas líneas, creándose diseños muy complejos.