La música o sonidos de instrumentos aerófonos en la época prehispánica se reproducían a través de ciertos objetos cerámicos (flautas, silbatos y ocarinas), además de caracoles y otros instrumentos de madera e incluso hueso. Muchos de estos objetos posiblemente fueron utilizados para ceremonias rituales y algunas otras actividades, muestra de ello son todas las evidencias arqueológicas en donde se han descubierto grandes cantidades de instrumentos musicales. Los silbatos zoomorfos, por lo general, revelan un sentido de observación en los animales que rodean a ese grupo social y se caracterizan por su particular realismo.
Es importante recordar que la representación de aves, cánidos y felinos (entre otros animales) se ha plasmado de forma simbólica en cerámica, esculturas, arquitectura, dentro de ofrendas, en códices e incluso en murales es una clara evidencia de la importante interacción del hombre con este tipo de animales.
En este análisis tenemos dos silbatos zoomorfos, el primero de ellos es una figurilla que posiblemente corresponda a un cánido. Su técnica de elaboración es modelada con acabado alisado, el color de pasta es anaranjado claro. La forma del cuerpo es corto y abultado, se encuentra parado sobre sus extremidades inferiores. Presenta una protuberancia semitubular en la parte posterior de la pieza (en su lomo) y se encuentra fragmentada (es donde tiene la embocadura del silbato). Tiene cabeza semiplana y en la parte superior se representan por encima de sus ojos, dos protuberancias semicónicas que le dan la forma a las orejas. La trompa se extiende y toma forma semitriangular, pero está fragmentada casi en la punta, sobresaliendo el maxilar inferior del cánido, por lo que no se puede observar la presencia de orificios nasales; en la parte inferior de las orejas se representa el ojo derecho por una esfera pequeña hecha al pastillaje con punzonado, que simboliza la pupila del animal, del lado izquierdo no tiene la representación del ojo, solamente tiene un orificio punzonado. Se representan la garganta, el pecho y vientre, además de su lomo y sus cuatro extremidades: las superiores son pequeñas protuberancias abiertas hacia los extremos de forma horizontal y las inferiores son protuberancias semirectangulares igualmente abiertas hacia los extremos y las extremidades se dividen de forma casi triangular hacia adelante y hacia atrás. Las extremidades inferiores le sirven de soporte a la pieza.
El segundo silbato corresponde a una figurilla, que posiblemente se trate de un ave con dimensiones de 2.8 cm de ancho y 4.0 cm de alto. Su técnica de elaboración es modelada con acabado alisado, el color de pasta es anaranjado claro, el interior de la pieza es hueca. La forma del cuerpo es corto y abultado, de cabeza semiplana hecha al pastillaje (sube desde la cerviz hasta dar forma al pico); el pico se extiende y toma forma circular abultada al pastillaje sin presencia de orificios nasales; en la parte inferior de la cabeza se representan los ojos como bolitas hechas al pastillaje y se remarca en bajorrelieve los lagrimales. Del cuerpo se representa la garganta, el pecho y vientre, además de su lomo, cola y tres extremidades (dos escapulares y una pata). Es curiosa la representación de sus escapulares debido a que están hechas al pastillaje y son semirectangulares con punta semicircular, la del lado derecho baja verticalmente y la del lado izquierdo está colocada sobre su vientre de manera horizontal y apuntando hacia un orificio central semicircular colocado en el vientre de la pieza, también tiene un hueco circular en su base. Del lado izquierdo presenta una protuberancia, quizá sea la representación de la pata del animal, por lo que se encuentra inclinada hacia el lado derecho. En la parte central, al final de la cola, se encuentra la embocadura del silbato, es un hueco semirectangular colocado de forma horizontal y abarca casi el ancho de la cola. La extremidad inferior y la cola le sirven de soporte a la pieza.
La música o sonidos de instrumentos aerófonos en la época prehispánica se reproducían a través de ciertos objetos cerámicos (flautas, silbatos y ocarinas), además de caracoles y otros instrumentos de madera e incluso hueso. Muchos de estos objetos posiblemente fueron utilizados para ceremonias rituales y algunas otras actividades, muestra de ello son todas las evidencias arqueológicas en donde se han descubierto grandes cantidades de instrumentos musicales. Los silbatos zoomorfos, por lo general, revelan un sentido de observación en los animales que rodean a ese grupo social y se caracterizan por su particular realismo.