Las vasijas con apariencia figurativa son frecuentes en las diversas modalidades estilísticas zonales de la cerámica de la cultura de las tumbas de tiro; esta parece figurar un individuo semi recostado, con las rodillas elevadas y con el cuerpo envuelto en una manta decorada; de las supuestas rodillas se proyecta el cuello y la boca con bordes evertidos propios de un recipiente común, mientras que el ápice de la cabeza muestra una perforación circular, por lo que el recipiente cuenta con dos aberturas.
Se trata de una pieza singular, con pintura lineal negra al negativo, a la que sobreponen en positivo líneas y círculos en crema amarillento que corresponden a la decoración de la manta, estos motivos circulares en dicho color, así como el soporte de la pieza con forma de cono truncado y la base plana me permiten atribuirla al estilo Ixtlán del Río, localizado en el sur de Nayarit.
La postura, la envoltura y el rostro del individuo con los ojos entrecerrados sugieren un difunto, a la manera de un atado mortuorio. Las imágenes de muertos resaltan entre la predominante figuración de humanos con expresiones de elocuente vitalidad en el arte de la cultura de las tumbas de tiro. Entre ese peculiar asunto iconográfico se hallan los individuos con protuberancias cilíndricas en la boca y posición sedente encogida, así como hieráticos acostados en “camas”.
Es factible que la pieza haya sido sometida a una doble cocción: en la primera se reservarían ciertos motivos con alguna especie de resina y luego la superficie seleccionada se cubriría de negro, una vez cocida, se bruñiría –o tallaría con un objeto duro para hacerla brillar- y sobre los diseños resultantes de “no pintar” o pintar el contorno, se pintaría en el color claro y de nuevo se introduciría la horno para fijarlo. Cabe mencionar que la pintura negra al negativo es distintiva del estilo San Sebastián, ubicado en el sur de Nayarit y el centro-norte de Jalisco, de tal modo es factible que las dos escuelas confluyan en la obra.
Las vasijas con apariencia figurativa son frecuentes en las diversas modalidades estilísticas zonales de la cerámica de la cultura de las tumbas de tiro; esta parece figurar un individuo semi recostado, con las rodillas elevadas y con el cuerpo envuelto en una manta decorada; de las supuestas rodillas se proyecta el cuello y la boca con bordes evertidos propios de un recipiente común, mientras que el ápice de la cabeza muestra una perforación circular, por lo que el recipiente cuenta con dos aberturas.