Las figurillas denominadas penates mixtecos eran considerados ancestros por los grupos mixtecos del Posclásico para legitimar los linajes y eran depositados en tumbas y entierros en sitios de Oaxaca. Una de las materias primas más empleadas para la elaboración de penates es el mármol jaspeado, el cual probablemente se obtenía de la zona de la Mixteca, probablemente cercana a Teposcolula en la Mixteca Alta, ello se ha inferido por la presencia de centenares de penates mixtecos hechos en mármol jaspeado en dicha región. Sin embargo, también se han recuperado placas y pendientes mixtecos hechos de jadeíta y mármol jaspeado que representan personajes muertos por tener los ojos cerrados.
Se ha llamado penates a todas aquellas figurillas de piedra con tonalidades de verde al blanco, de forma rectangular o prismática, representando deidades u hombre y que se presume son de origen mixteco. Incluso hay quienes denominan penates a esculturas de basalto y cerámica del área Ñuiñe aunque sean de grandes proporciones. Aunado a esto, el nombre que Barbro Dahlgren y Eduardo Noguera les asignaron ha resultado poco apropiado, pues los penates designan a dioses domésticos grecorromanos por haberse encontrado dentro de hogares, aunque la mayoría de ellos recuperados en trabajos posteriores proceden de contextos ceremoniales y no domésticos.
Las figurillas identificadas como penates son figurillas rectangulares de piedra verde jaspeada, representando personajes en posición sedente y con los brazos cruzados al pecho, en la mayoría de las veces con atributos faciales de Tláloc o de simples seres humanos.
Este pendiente antropomorfo de jadeíta tiene una cara irregular, una cara convexa, así como paredes oblicuas. Presenta diseños incisos de partes anatómicas y una perforación tubular transversal que atraviesa el cuello de lado a lado. Dada su posición, sedente con brazos cruzados y ojos cerrados, probablemente se trate de un personaje muerto o ancestro. Su estilo probable correspondería al Mixteco de Oaxaca con una temporalidad del periodo Posclásico tardío, pues su tecnología detectada en lapidaria corresponde a desgastes con basalto, incisión y corte con obsidiana, perforaciones con pedernal y polvo de pedernal y los acabados con nódulos de pedernal.
La pieza presenta todas las características de los penates mixtecos recuperados en Yagul, Monte Albán y Zaachila. Estos penates representan personajes muertos ya que tienen los ojos cerrados. Este tipo de figurillas son en su mayoría pequeños, no rebasan los 10cm de alto y las materias primas empleadas para su elaboración son jadeíta, piedra verde y concha. La forma de los párpados y algunos desgastes rotativos se elaboran mediante semicírculos.
Las figurillas denominadas penates mixtecos eran considerados ancestros por los grupos mixtecos del Posclásico para legitimar los linajes y eran depositados en tumbas y entierros en sitios de Oaxaca. Una de las materias primas más empleadas para la elaboración de penates es el mármol jaspeado, el cual probablemente se obtenía de la zona de la Mixteca, probablemente cercana a Teposcolula en la Mixteca Alta, ello se ha inferido por la presencia de centenares de penates mixtecos hechos en mármol jaspeado en dicha región. Sin embargo, también se han recuperado placas y pendientes mixtecos hechos de jadeíta y mármol jaspeado que representan personajes muertos por tener los ojos cerrados.