Exposiciones

Frida Kahlo. Un fenómeno del siglo XX

05 de mayo de 1991 - 05 de julio de 1991
Colecciones

Frida Kahlo. Un fenómeno del siglo XX

Con motivo de la reciente inauguración del Museo Amparo y la pasada exposición de las obras del gran muralista mexicano, Diego Rivera, la Fundación Dolores Olmedo, ha querido incluir como una sucesión lógica a la obra de Rivera, a la artista Frida Kahlo: Un fenómeno del siglo XX.

Exposición que vendrá a complementar dos actividades que como manifestaciones plásticas nos darán una fisonomía de dos personalidades tan distintas, dos formas de expresiones, pero al mismo tiempo ambas unidas por un mismo interés y un mismo fin: EL ARTE.

Dentro de la plástica contemporánea, a nivel mundial, es sorprendente e inconcebible, pero justificado, el fenómeno Frida Kahlo, que ha venido a reforzar y a poner al frente no solo de la plástica femenina, sino de muchos artistas de su tiempo. Basta citar a grandes artistas como Leonora Carrington y Remedios Varo y, sin embargo, Frida es sobresaliente.

La obra de Frida Kahlo, por ende, magnífica e interesante ha alcanzado un prestigio internacional en los últimos diez años; ha viajado por todo el mundo y cada día va despertando mayor entusiasmo hasta convertirse en el estandarte de la liberación femenina y una de las expresiones artísticas que se han convertido en material de primera necesidad para médicos, psicoanalistas, historiadores, críticos de arte, cineastas y coleccionistas.

Las obras autobiográficas de Frida Kahlo, nos permiten sondear las profundidades del subconsciente y en los problemas más íntimos que la artista tuvo que expresar para liberarse de sus propios complejos, fantasmas o problemas.

Para Frida, la pintura fue su propia terapia. Para poder comprender esa confesión de la artista y esa necesidad constante de plasmar en cada uno de sus lienzos su amargura, su tristeza, ella usa la pintura como un vehículo de expresión. Trágico, sí; pero no todo en la expresión pictórica debe ser un mundo feliz; y Frida expresa en su obra su propia verdad, la de la arista Frida. Como lo dijera Edmundo Valadés: “Nada ha sido verdad, si no se evoca de nuevo, si no se sueña después”. Y esto es lo que podemos hacer al contemplar la obra de Frida: evocar nuestra propia conciencia, volar a través de nuestros sueños y esperamos que cada espectador, al igual que nosotros, se transporte con su propia imaginación creativa y logre penetrar en lo sensible del mensaje de Frida; de este fenómeno de la plástica contemporánea.


Frida Kahlo l Artista