Hija de Wilhelm (Guillermo) Kahlo, de ascendencia húngaroalemana, y Matilde Calderón, originaria de Oaxaca, Frida fue la tercera de cuatro hijas.
Fue maestra de la Escuela Nacional de Pintura y Escultura “La Esmeralda”. Tanto en su trabajo como en su vida cotidiana –lenguaje, vestimenta, y decoración de su casa- Frida buscó rescatar las raíces del arte popular mexicano, y ese interés se ve reflejado en su obra; por ejemplo, la vestimenta en sus autorretratos así como el estilo simple y directo característico de los exvotos populares. Frida afirmaba que, al contrario de los pintores surrealistas, ella no pintaba sus sueños, sino su realidad. De su obra destacan los autorretratos influidos por la técnica del retrato fotográfico que aprendió de su padre, Guillermo Kahlo.
De entre los cuadros que conforman la obra de la pintora, algunos de los más famosos son Las dos Fridas, Viva la Vida, Unos cuantos piquetitos, La columna rota y Diego en mi pensamiento. Durante su vida, la artista realizó algunas exposiciones: una en Nueva York en la galería Julien Levy, otra en París en la galería Rue et Colle y otra en México en la galería de Lola Álvarez Bravo. También participó en la Exposición Colectiva de Surrealismo en la famosa Galería de Arte Mexicano. El Museo de Louvre adquirió uno de sus autorretratos. Sus cuadros se encuentran en numerosas colecciones privadas de México, los Estados Unidos y Europa.
En 1991, el Museo Amparo presentó la segunda exposición temporal de su historia con el título Frida Kahlo. Un fenómeno del siglo XX.
Actualizado: 30 de agosto de 2022