Chillpiq

La película comienza con dos autobuses que cruzan el horizonte y se dirigen hacia el cementerio redondo de Chillpiq. La cámara les sigue mientras un grupo de cuarenta mujeres jóvenes escalan las ruinas del antiguo emplazamiento zoroastriano que en su día albergó el asta de la bandera de la República Autónoma de Karakalpakstán durante la era soviética. Tras el colapso de la URSS, estas estructuras metálicas fueron transformadas por las mujeres locales en símbolos de fertilidad, ya que se asemejan al arquetipo del árbol de la vida en la antigua cultura turca y siberiana. Chillpiq captura la devoción de las mujeres por el asta de la bandera y su interacción con este objeto recién sagrado, destacando el sincretismo moderno en la intersección del zoroastrismo, el chamanismo, el islam y la Unión Soviética. Mientras tanto, muchos lugares de veneración preislámicos en Asia Central se enfrentan hoy en día a una destrucción generalizada. En gran parte de su obra, Ismailova explora las tradiciones orales transmitidas por las mujeres entre sus madres y abuelas. En la formación de su comprensión del tiempo, su abuela le enseñó “que somos responsables de las siete generaciones que nos preceden y de las siete que vendrán después”. Existe una sinergia con Melted in the Sun, expuesta en la galería anterior, ya que la primera toma de esa obra se filmó en el mismo lugar.