Esta cómoda de marquetería ostenta una rica e intrincada decoración en los frentes de la cajonería y los laterales del mueble. Para ello se recurrió a la representación de diseños florales embutidos poblados de aves, listones, jarrones con mascarones y figuras antropomorfas. En este caso se usaron maderas teñidas de color verde pálido que contrastan con maderas claras, todo dispuesto sobre un fondo más oscuro de madera de granadillo o paloescrito. Este tipo de diseños con flores, personajes y aves -se reconocen varios tulipanes en flor- tuvo un éxito inusitado en el mobiliario del siglo XIX holandés. Incluso muebles anteriores fueron redecorados con estos diseños florales. Todo indica que las soluciones holandesas fueron copiadas por un ebanista ajeno al arte de los países bajos.
La cómoda incluye cuatro cajones, el superior es más grande y hay tres más pequeños. Las aristas frontales de las esquinas del mueble fueron cortadas en pancoupé. En cuanto a los tiradores, se puede pensar que no son los originales y los que muestra son reposiciones. Los interiores, de madera de pino, presentan una capa de entintado.
Esta cómoda de marquetería ostenta una rica e intrincada decoración en los frentes de la cajonería y los laterales del mueble. Para ello se recurrió a la representación de diseños florales embutidos poblados de aves, listones, jarrones con mascarones y figuras antropomorfas. En este caso se usaron maderas teñidas de color verde pálido que contrastan con maderas claras, todo dispuesto sobre un fondo más oscuro de madera de granadillo o paloescrito. Este tipo de diseños con flores, personajes y aves -se reconocen varios tulipanes en flor- tuvo un éxito inusitado en el mobiliario del siglo XIX holandés. Incluso muebles anteriores fueron redecorados con estos diseños florales. Todo indica que las soluciones holandesas fueron copiadas por un ebanista ajeno al arte de los países bajos.