El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico
Figurilla con tocado y modificación craneal | El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico | Museo Amparo, Puebla
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Figurilla con tocado y modificación craneal

Región Altiplano Central
Período Preclásico medio
Año 700-400 d.C.
Técnica

Barro modelado con aplicaciones e incisiones

Ubicación Bóveda Prehispánico
No. registro 52 22 MA FA 57PJ 728
Investigador

El cuerpo no es solo materia biológica, sino un ser social, cargado de simbolismos el cual varía según el tiempo y el espacio. Es el ente en el que recaen las normativas establecidas por la sociedad, perfilando en el individuo la manera que se entiende así mismo, a su grupo y a los otros, sin olvidar también que le permite interactuar, definir y aprobar su entorno.

Este cuerpo, se precisa y se construye entre otras cosas, con la incorporación de la materialidad, que además de la indumentaria, considera a los componentes que lo ornamentan, es decir, los atavíos. Objetos primordiales que se convierten en una necesidad simbólica dentro de las sociedades, pues estos proyectan estatus, roles o creencias.

Durante el Preclásico Medio (1200-400 a.C.), se elaboraron en diferentes puntos de Mesoamérica, figurillas cerámicas en las cuales es posible reconocer toda una serie de interpretaciones que se dan al cuerpo. En el caso del Altiplano Central como subárea cultural, el hallazgo de este tipo de piezas es frecuente tanto en la cuenca de México, como en el valle Poblano-Tlaxcalteca, hasta el actual Tehuacán.

La práctica cultural que se advierte en la obra es la modificación craneal. Por su característico alargamiento, estamos ante una modelación tubular oblicua, la cual es cubierta por un tocado entrelazado que acentúa su verticalidad. Si nos detenemos un momento y observamos el fragmento de la obra, podemos comprender que se trata de la representación de una persona adulta. Un sujeto que desde su primera infancia fue sometido a una modelación cefálica con el posible fin de otorgarle identidad, es decir, afinidad con su grupo y por qué no, de estatus.

La escultura de pequeño formato catalogada con el número 728 fue manufacturada por medio de la técnica de modelado. Presenta una ligera capa de engobe del mismo tono que la pasta (café). La superficie fue pulida homogéneamente. Los atavíos y zonas del rostro se realizaron por medio de aplicaciones, mientras que sus ojos se complementan con incisiones, que le otorgan un naturalismo, pues se perciben el iris y la esclerótica.

Aunque muy contenido, se señala un esbozo de movimiento en la boca abierta (enmarcada por prominentes labios), que simboliza el habla, don divino que en el mundo prehispánico es también, sinónimo de jerarquía.

El cuerpo no es solo materia biológica, sino un ser social, cargado de simbolismos el cual varía según el tiempo y el espacio. Es el ente en el que recaen las normativas establecidas por la sociedad, perfilando en el individuo la manera que se entiende así mismo, a su grupo y a los otros, sin olvidar también que le permite interactuar, definir y aprobar su entorno.

--Obras de la sala --

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