El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico
Figurilla antropomorfa  | El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico | Museo Amparo, Puebla
Figurilla antropomorfa  | El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico | Museo Amparo, Puebla
Figurilla antropomorfa  | El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico | Museo Amparo, Puebla
Figurilla antropomorfa  | El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico | Museo Amparo, Puebla
Figurilla antropomorfa  | El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico | Museo Amparo, Puebla

Figurilla antropomorfa

Cultura Tlatilco
Región Cuenca de México
Período Preclásico temprano
Año 1400-900 a.C.
Técnica

Modelada con aplicaciones en pastillaje y pulimiento

Ubicación Bóveda Prehispánico
No. registro 52 22 MA FA 57PJ 145
Investigador

El artefacto que a continuación se describe es una figurilla antropomorfa de arcilla, que representa el rostro de una persona. Esta efigie muestra claros rasgos humanos, pues podemos apreciar la representación de sus ojos tipo “grano de café”, nariz y boca, la cual se encuentra abierta. Por la morfología de la cara es probable que estemos ante la presencia de un individuo que ya murió.

Presente colocados mediante la técnica de pastillaje una serie de elementos que denotan su posición social relevante. En su cabeza a la altura de la frente porta un tocado o banda alargada con incisiones y un elemento circular en su centro. Ostenta orejeras circulares en los lóbulos de sus orejas.

La pieza fue realizada con un tipo de barro café claro, de buena cocción sin desgrasantes perceptibles a la vista, quizás de tipo mineral. Por su forma, tipo de arcilla y manufactura ésta interesante efigie de barro nos remite a la Cuenca de México durante el periodo Preclásico mesoamericano, en específico al asentamiento de Tlatilco.

Dicho asentamiento que actualmente se ubica dentro del norte de la Ciudad de México fue contemporáneo a otros notables sitios como Cuicuilco. Todos estos núcleos de población se han asociado dentro de los estudios arqueológicos desarrollados desde las primeras décadas del siglo XX, a los primeros desarrollos urbanos del mundo mesoamericano y que se pueden datar desde el primer y segundo milenio antes de la era cristiana. En todos esos enclaves urbanos se tuvo un notable desarrollo cerámico dentro del cual destaca la creación de figurillas de diversa índole, incluidas, las representaciones humanas.

Tales elementos como en otras regiones y periodos históricos del universo cultural mesoamericano, se han encontrado en contextos religiosos, agrícolas y funerarios, de ahí la importancia del personaje que aquí se representa, pues muy probablemente estemos ante la figura de un muerto.

El asentamiento de Tlatilco ha destacado por sus innumerables contextos funerarios excavados a lo largo del siglo XX, aspecto que evidencia una preocupación profunda de esas personas por su destino en el más allá. Además de esto ciertos aspectos de la morfología de la efigie nos remite a una persona que ha transcendido. Diversas entidades religiosas de Mesoamérica entre ellas Xipe-Totec, la célebres Cihuateteos o “mujeres muertas en parto” reunían estos mismos rasgos comunes como la boca abierta, cuestión que en términos biológicos y médicos suele ser una constante en las personas fallecidas.

Los entornos lacustres y semilacustres de la Cuenca de México en tiempos Preclásicos dieron pie al surgimiento de los primeros asentamientos del periodo y notables procesos de estratificación social, dinámicas de desarrollo complejo en el aspecto cultural que se hace patentes en la evidencia arqueológica.

El culto a los muertos y a los ancestros, es un aspecto que dentro de la cosmovisión mesoamericana adquirió relevancia desde el Formativo o Preclásico (1400 a.C.-200 d.C.) lo cual evidencia como es bien sabido una preocupación importante para los antiguos mexicanos sobre el aspecto de la trascendencia y el destino de las personas después de la muerte. Esa ideología y maneras específicas de entender el mundo nos fueron legadas a lo largo del tiempo en piezas como esta, de ahí la importancia de su estudio y análisis.

El artefacto que a continuación se describe es una figurilla antropomorfa de arcilla, que representa el rostro de una persona. Esta efigie muestra claros rasgos humanos, pues podemos apreciar la representación de sus ojos tipo “grano de café”, nariz y boca, la cual se encuentra abierta. Por la morfología de la cara es probable que estemos ante la presencia de un individuo que ya murió.

--Obras de la sala --

El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico