El artefacto que a continuación se describe es una figurilla antropomorfa con un notable tocado en la cabeza. Esta efigie que por su forma, atavíos y combinación de elementos iconográficos representa a un personaje de un alto rango dentro de la sociedad mesoamericana.
La pieza fue manufacturada en un barro café rojizo muy compacto y de buena calidad, con poco desgrasante. Sobre algunas partes de la efigie se observan aplicaciones de pintura de color rojo. En la figurilla se aprecia la representación de sus ojos de tipo rasgados, nariz y boca. Porta sobre su cabeza que está modificada quizás mediante deformación craneana, un impresionante tocado a manera de turbante que rodea todo el contorno de la cara, hasta sus orejas, las cuales portan orejeras de tipo circulares. El resto del cuerpo de la figurilla se ha perdido, pues se puede apreciar una parte rota en la base del cuello, lo que nos indica que quizás se trataba de una representación antropomorfa de cuerpo completo.
Por sus características morfológicas y estilísticas esta pieza nos remite a la sociedad maya del periodo Clásico, en especifico a la región de Chiapas y Guatemala en los primeros siglos de la era cristiana.
La sociedad maya de esa región del sur de Mesoamérica desarrolló una serie de notables manifestaciones culturales dentro de las que se destacan la arquitectura, pintura mural, cerámica y la observación de los astros y sistemas complejos de escritura que les permitieron dejar registro de su devenir en el tiempo. El selvático entorno en que se desenvolvieron los mayas del Clásico fue una importante fuente de inspiración y origen para sus procesos de creación cultural y organización sociopolítica, que a su vez se plasmaron como ya se mencionó en múltiples objetos. Todos esos avances denotan una sociedad altamente estratificada donde existían jerarquías sociales muy bien definidas.
El personaje que aquí se describe con sus detallados y elaborados elementos plásticos evidencia su pertenencia a uno de esos estratos sociales de primera importancia. Las figurillas de cerámica en la tradición mesoamericana se han encontrado en diversos contextos; entierros, rituales agrícolas y desde luego el aspecto político. Es probable que este tipo de representaciones con todo su detalle y atavíos tengan una intencionalidad política, enfatizar la figura humana de los personajes importantes para dejar testimonio de su relevancia en el aspecto social de la cultura maya del periodo Clásico. El ser humano como un ente polifacético que se desenvuelve en distintas esferas era una parte del imaginario social del mundo maya como se puede evidenciar en este tipo de artefactos.
El artefacto que a continuación se describe es una figurilla antropomorfa con un notable tocado en la cabeza. Esta efigie que por su forma, atavíos y combinación de elementos iconográficos representa a un personaje de un alto rango dentro de la sociedad mesoamericana.