El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico
Mujer con la cabeza girando | El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico | Museo Amparo, Puebla
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Mujer con la cabeza girando

Cultura Tlatilco
Estilo Tipo D1
Región Altiplano Central de México
Período Preclásico medio
Año 1400-900 a.C.
Período 9 Preclásico medio
Año 1400-900 a.C.
Técnica

Escultura cerámica modelada, con pastillaje y punzonado

Ubicación Bóveda Prehispánico
No. registro 52 22 MA FA 57PJ 353
Investigador

Son notables las creativas soluciones del arte para plasmar lo efímero y, a la vez, activar permanente una imagen. Es el caso de esta extraordinaria escultura cerámica originada por la cultura Tlatilco, cuya extensión incluye porciones del actual Estado de México y Morelos durante la fase media del periodo llamado Preclásico de la historia de Mesoamérica.

Se trata de una mujer que, con la fusión de dos rostros, parece girar de un lado a otro la cabeza. ¿Qué volteará a ver? ¿Es un gesto cultural?, en su caso ¿qué significó en su tiempo? Sobre todo, me parece relevante que una imagen tridimensional estática ostente movimiento y tenga la capacidad de ver simultáneamente hacia dos direcciones.

Es un pequeño desnudo de pie cuya corporeidad corresponde a una mujer madura, con los senos prominentes, incluso con los pezones destacados; tiene largos brazos a los lados del robusto cuerpo de abdomen plano con el ombligo marcado; su estatismo contrasta y a la vez exalta el dinamismo sugerido de la cabeza. Las dos caras comparten uno de los tres grandes ojos figurados y las finas cejas arqueadas que de modo continuo atraviesan toda la frente. Cada faz tiene su propia nariz pequeña y boca entreabierta; los órganos sensibles resaltados evocan visión y habla. En la parte superior, la composición culmina con un tocado de dos bandas horizontales, una lisa y otra que parece trenzada y que dan la vuelta en la parte posterior.    

En el arte escultórico de la cultura Tlatilco existen otras obras imágenes de mujeres con dos rostros y también bicéfalas. Respectivamente, en la misma colección custodiada por el Museo Amparo, pueden verse aquellas con los registros 354 y 349 2/2. Ambas soluciones plásticas aluden a la dualidad, e igualmente, como lo he anotado arriba, a dos momentos, acaso dos  temporalidades distintas, con mayor énfasis en las que tienen dos cabezas, cada una con rasgos diferentes. El renombrado Román Piña Chan, que tuvo a Tlatilco entre sus temas de especialidad, supuso -sin ahondar en el tema- que representaban patologías, como la condición de gemelas unidas. No me inclino por esta interpretación; si bien es un tema sujeto a debate, considero oportuno resaltar el artificio artístico implícito, pues de forma más directa las que tienen dos rostros aparentan un movimiento en el que se gira sobre un eje horizontal la cabeza.

Esta clase de imágenes es esporádica en el repertorio artístico tlatilquense; entre la variedad de sus modalidades estilísticas escultóricas (definidas por Jean Pierre Laporte a partir de una tipología publicada por George C. Vaillant en la década de 1930, y un trabajo previo de Clarence L. Hay), se plasmó en el tipo D1 y ocasionalmente en otros como el B, K y F. En un recuento, hecho por Edgar Nebot, de cuatro entierros humanos excavados científicamente en el sitio Tlatilco, municipio de Naucalpan de Juárez, Estado de México, las mujeres bifaciales o bicéfalas fueron parte del ajuar mortuorio de mujeres, hombres e infantes. Uno de estos es el Entierro 104 de la cuarta temporada, conducida en la década de 1960 por Arturo Romano; es la inhumación individual primaria en decúbito dorsal extendido de una mujer adulta ofrendada con un abundante ajuar que consistió en varias figuras humanas, piezas de alfarería y objetos de concha y hueso; cerca de  sus pies estaba la imagen femenina bifacial.

La función de este tipo de obras debió rebasar el ámbito funerario, pues la mayor parte del arte cerámico de Tlatilco se ha localizado en otros contextos. Sean mortuorios o del ámbito de los vivos, son imágenes activas que pudieron emplearse en rituales y, por sí mismas realizan el acto sobrenatural de perpetuar el movimiento en obras estáticas.

Son notables las creativas soluciones del arte para plasmar lo efímero y, a la vez, activar permanente una imagen. Es el caso de esta extraordinaria escultura cerámica originada por la cultura Tlatilco, cuya extensión incluye porciones del actual Estado de México y Morelos durante la fase media del periodo llamado Preclásico de la historia de Mesoamérica.

Obras de la sala

El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico