Figurilla antropomorfa con deformación corporal y facial

A través del estudio con técnicas microscópicas, se obtuvo información sobre los materiales pétreos y sus características, los cuales permiten identificar y distinguir su procedencia cultural.  

La pieza corresponde a una figura antropomorfa de travertino con múltiples perforaciones tubulares y desgastes rotativos en el rostro, así como alrededor del cuello y extremidades. Tiene tres perforaciones en el rostro, dos corresponden a los ojos y uno en la nariz. En la cabeza se encuentran tres perforaciones adicionales, nueve alrededor de la frente y la parte trasera, una en la nuca y cinco en la parte trasera del cuello. En la parte izquierda del cuello hay cinco desgastes rotativos y sobre ellos una línea incisa que los borró, uniéndolos y bajo la línea incisa dos desgates rotativos. En la pierna izquierda hay dos desgastes rotativos, uno más grande que el otro cerca de la mano. Entre las piernas hay evidencia de una perforación previa a la acanaladura que divide las extremidades, además, pueden verse la representación de los dedos del pie a manera de incisiones. Llama la atención la postura un poco encorvada y el cuello grueso, también tiene la nariz prominente y la boca alargada hacia adelante. Su postura es erguida los brazos están sobre el pecho y las piernas ligeramente abierta. Tiene caras y paredes irregulares, así como borde liso.

El estudio con microscopía óptica permitió identificar una superficie sumamente rugosa y opaca que, a este nivel de análisis, podría indicar un desgaste con una herramienta lítica sin la aplicación de algún acabado. Se pueden ver concreciones y la estructura deteriorada de la roca, así como líneas rectas profundas. La pieza tiene zonas con pátina café oscuro, quizás estuvo en contacto con materia orgánica. Para el caso de las incisiones se empleó un instrumento lítico con filo vivo. Para las perforaciones y los desgastes rotativos se empleó algún abrasivo, ello debido a las perforaciones tubulares con bordes pulidos con una superficie rugosa y opaca.

En el análisis de luz ultravioleta se detectaron diversas coloraciones, donde en las partes claras se aprecia un color blanco brillante, mientras que en las zonas oscuras se ve un color opaco tanto en onda corta como en onda larga, aunque en esta última es posible detectar estos rasgos con mayor intensidad.

En el análisis con microscopio electrónico de barrido se puede observar a 100X una superficie muy rugosa de textura irregular, donde se aprecia la estructura de la roca con bandas difusas de aproximadamente 33 µm de grosor, las cuales corren en diversas direcciones y se entrecruzan, rasgo que coincide con la riolita. A 1000X, se ven líneas finas, rectas y difusas que van de 0.6 a 1.3 µm de ancho, las cuales se aglomeran para formar rasgos de mayor tamaño sobre una textura rugosa, coincidiendo con el empleo de lascas de obsidiana. Las perforaciones presentan una superficie rugosa con líneas muy finas de aproximadamente 1 µm de anchura, coincidiendo con el polvo de pedernal. Para el pulido se identificó el empleo de nódulo de pedernal, pues se ven bandas rectas y aplanadas de 2 a 4 µm que corren en diferentes direcciones con microrrayados internos muy finos.