Cultura | Mixteca |
Región | Oaxaca |
Período | Posclásico |
Año | 1200-1521 d.C. |
Período 9 | Posclásico |
Año | 1200-1521 d.C. |
Técnica | Mármol desgastado con basalto, pulido, bruñido e inciso |
Medidas | 14.35 x 2.91 x 6.19 cm |
Ubicación | Bóveda Prehispánico |
No. registro | 52 22 MA FA 57PJ 462 |
Investigador (es) |
Las figurillas denominadas penates mixtecos eran considerados ancestros por los grupos mixtecos del Posclásico para legitimar los linajes y eran depositados en tumbas y entierros en sitios de Oaxaca. Una de las materias primas más empleadas para la elaboración de penates es el mármol jaspeado, el cual probablemente se obtenía de la zona de la Mixteca, probablemente cercana a Teposcolula en la Mixteca Alta, ello se ha inferido por la presencia de centenares de penates mixtecos hechos en mármol jaspeado en dicha región. Sin embargo, también se han recuperado placas y pendientes mixtecos hechos de jadeíta y mármol jaspeado que representan personajes muertos por tener los ojos cerrados.
Se ha llamado penates a todas aquellas figurillas de piedra con tonalidades de verde al blanco, de forma rectangular o prismática, representando deidades u hombre y que se presume son de origen mixteco. Incluso hay quienes denominan penates a esculturas de basalto y cerámica del área Ñuiñe aunque sean de grandes proporciones. Aunado a esto, el nombre que Barbro Dahlgren y Eduardo Noguera les asignaron ha resultado poco apropiado, pues los penates designan a dioses domésticos grecorromanos por haberse encontrado dentro de hogares, aunque la mayoría de ellos recuperados en trabajos posteriores proceden de contextos ceremoniales y no domésticos.
Las figurillas identificadas como penates son figurillas rectangulares de piedra verde jaspeada, representando personajes en posición sedente y con los brazos cruzados al pecho, en la mayoría de las veces con atributos faciales de Tláloc o de simples seres humanos.
Esta pieza corresponde a una figurilla antropomorfa de mármol en posición sedente. No está perforada, tiene sus caras irregulares y paredes oblicuas, presenta incisiones a maneras de rasgos faciales y anatómicos. Su estilo probable correspondería al Mixteco de Oaxaca con una temporalidad del periodo Posclásico tardío, pues su tecnología detectada en lapidaria corresponde a desgastes con basalto, incisión y corte con obsidiana, perforaciones con pedernal y polvo de pedernal y los acabados con nódulos de pedernal.
Una gran cantidad de penates mixtecos recuperados en contexto arqueológico fueron elaborados de mármol. En la zona de Teposcolula se excavaron centenares de este tipo de piezas asociados a una ofrenda de una mujer de élite. La pieza de la imagen tiene un perfil que llama la atención por su nariz y boca prominente. Tiene la postura característica de los penates y las manos al frente descansando sobre el vientre, así como un tocado geométrico en la cabeza.