Cultura | Tumbas de tiro |
Estilo | Coahuayana |
Región | Valle de Coahuayana (en la colindancia de Michoacán y Colima) o valles centrales de Jalisco |
Período | Preclásico tardío-Clásico temprano |
Año | 300 a.C.-600 d.C. |
Período 9 | Preclásico tardío-Clásico temprano |
Año | 300 a.C.-600 d.C. |
Técnica | Barro modelado y pintado |
Medidas | 30.5 x 23.2 x 20.1 cm |
Ubicación | Sala 3. Cuerpos, rostros, personas |
No. registro | 52 22 MA FA 57PJ 1098 |
Investigador |
En algunos estilos zonales de la cerámica de la cultura de las tumbas de tiro existen esculturas con rasgos de vasija, y también hay vasijas con apariencia figurativa que no llega a prevalecer sobre las formas tradicionales; la obra que vemos todavía puede considerarse un cántaro-efigie. La denominación estilística refiere una procedencia en el valle de Coahuayana, una zona del sureste de Colima próxima a Michoacán; el río del mismo nombre divide esas dos entidades y da nombre al municipio de la parte michoacana. Hasta ahora el estilo Coahuayana se reconoce únicamente en esculturas humanas huecas y vasijas antropomorfas; a todas les distingue una boca de vasija circular grande y con el cuello revertido que sobresale en el ápice de la cabeza; predomina la posición sedente, los hombros muy anchos, los pechos planos y con pezones, así como la indicación de los genitales, en particular los femeninos.
Hay dos variantes; en las de formato más pequeño –entre unos 15 y 30 cm de altura- se ven mujeres robustas, con piernas cortas, como es el caso de nuestra pieza; la segunda variante son figuras altas, de hombres y mujeres desnudos con el torso alargado que exhiben mayor apego a las proporciones naturales del cuerpo. El cántaro-efigie que atendemos es obra de un artista no tan diestro ni tan conocedor de los cánones del estilo, como veremos, probablemente sea una imitación hecha en Jalisco. Pareciera que en lugar de modelar las orejas y orejeras se figuró una especie de gorro o cabellera lisa con corte recto que pretende imitar orejas pues tiene dos perforaciones en los extremos en las que pudieron colgarse pendientes de material perecedero; en tanto, los brazos y sobre todo las piernas son muñones mucho más cortos que en otras piezas; los músculos pectorales están poco logrados y, asimismo, carece de las pequeñas aplicaciones redondeadas en la zona de los hombros semejantes a escarificaciones y características del estilo.
En la parte posterior se conserva la capa pictórica que acaso cubrió toda la figura desde el cuello hacia abajo y consiste en líneas rojas que forman un reticulado; esta decoración, con similares cualidades de línea y color, la he visto en vasijas elaboradas en la zona del volcán de Tequila, en el centro jalisciense, por ello considero que es una imitación del estilo Coahuayana. El abultamiento del abdomen indica embarazo, aunque a la vez se trata de una mujer robusta, con muslos anchos, nalgas marcadas y resaltadas. En la iconografía de la cultura de las tumbas de tiro los ojos cerrados y la inclinación de la cabeza sugieren introspección o muerte; en el estilo Coahuayana las figuras que sostienen vasijas suelen aparentar introspección y dado que en esta imagen no se carga un recipiente, pienso que el embarazo y los brazos con las palmas de las manos al frente recuerdan a las llamadas “Cihuateteo”, nombre nahua dado a las mujeres fallecidas en el parto y divinizadas; especialmente en atención a que con alta probabilidad proceden de un contexto funerario.