Estamos frente a una figura zoomorfa de piedra blanca con vetas verdes, probablemente roca granodiorita, muy esquemática, sin embargo, es posible proponer que representa una lechuza de campanario (Valentín, 2021: comunicación personal).
Presenta desgaste y ahuecamiento en diversas zonas para sugerir las oquedades oculares, incisiones para señalar los arcos superciliares y la división de las garras. También es posible distinguir el volumen de lo que serían las alas y el pico.
Si bien existen diversas representaciones zoomorfas en el estilo Mezcala, no se tiene registro de lechuzas, lo que dificulta su probable fechamiento. Cabe señalar que en el área Maya, así como en Teotihuacan la lechuza es ampliamente representada.
Esta pieza correspondiente a la lechuza difiere de piezas consideradas Mezcala, si bien existen representaciones zoomorfas de estilo Mezcala recuperados en contextos de Tenochtitlan no se ha identificado dicha especie.
Para poder determinar su origen y filiación cultural es necesario realizar un muestreo de sus huellas de manufactura para determinar las técnicas y herramientas empleadas en su elaboración y contrastarlas con la base de datos del Proyecto estilo y tecnología de los objetos lapidarios del México antiguo, con sede en el Museo del Templo Mayor. Dicho proyecto cuenta con un muestreo de la tecnología y manufactura de más de 100 sitios y regiones. Ello permitiría proponer la probable filiación de la pieza.
Estamos frente a una figura zoomorfa de piedra blanca con vetas verdes, probablemente roca granodiorita, muy esquemática, sin embargo, es posible proponer que representa una lechuza de campanario (Valentín, 2021: comunicación personal).