Su procedencia es desconocida, aunque por estilo y diseño podría proceder de la Isla de Jaina, ubicada en el estado mexicano de Campeche, aunque también se han encontrado figurillas de características semejantes en otros lugares de Tabasco como Tortuguero y en Palenque, Chiapas.
La figura representa a un varón de pie ricamente ataviado. El personaje tiene la cabeza descubierta, algo poco habitual en las cabezas modeladas con tabulación oblicua, que normalmente era adornada o cubierta con alguna clase de tocado.
Lleva el cabello en la parte delantera con corte escalonado siguiendo la moda del siglo VIII, como era habitual entre los nobles del Clásico tardío, en cambio lo lleva suelto, en mechones y largo hasta los hombros en la parte posterior.
Lleva adornadas las orejas con pendientes con forma de botones u orejeras circulares que sobresalen de los mechones delanteros del cabello. Su rostro es sereno y serio, con ojos almendrados y oblicuos producto de la modificación cefálica que al echar la frente hacia atrás vuelve la cara más plana.
La boca, como suele ser habitual en este tipo de figurillas, está entreabierta y deja ver los dientes superiores. Al ser figurillas realizadas habitualmente para depositar en contextos funerarios, es posible que la boca entreabierta tuviese algún tipo de simbolismo o connotación alusiva a alguna de las almas que al morir deben externarse por la boca.
El personaje lleva el cuello adornado con un collar de bolas, probablemente realizado con cuentas circulares de jade. Además lleva un pectoral escotado y muy abierto del que cuelgan adornos cónicos y puntiagudos, algunos pintados de color rojo.
Va vestido con una indumentaria poco habitual, pues por la parte trasera cubre la cintura hacia abajo con dos telas a modo de “enredo” o faldas de amplio vuelo, una larga y otra corta, que se sujetan por un ancho cinturón. En la parte delantera se cubre con un faldellín doble, ancho y azul de abajo, estrecho y rojo de arriba, que pasan y doblan por encima del amplio cinturón y cubren al personaje hasta los tobillos.
Unos grandes pies asoman desnudos por debajo del faldellín. Seguro son anchos y robustos porque ejercen de base y sujeción a esta figura masculina.
OBSERVACIONES: Figura fracturada que ha perdido el brazo derecho.
Su procedencia es desconocida, aunque por estilo y diseño podría proceder de la Isla de Jaina, ubicada en el estado mexicano de Campeche, aunque también se han encontrado figurillas de características semejantes en otros lugares de Tabasco como Tortuguero y en Palenque, Chiapas.