Más allá de las diferencias marcadas por las pinturas faciales y corporales, las dos bailarinas se singularizan por el inusual modo de representar el pelo y las faldas. Con profundas incisiones hechas con una gubia y dispuestas muy regularmente en hileras, se ha querido caracterizar un tipo de material fácil de reconocer para la antigua población del valle de México, pero que nos resulta ahora enigmático. Solamente podemos notar que no da vuelo a la falda, sino que parece pesado. Lo cierto es que estas figurillas más que caracterizar mujeres individuales, como suele ser el caso, parecen querer aludir a un cierto tipo de bailarinas reconocibles por su atuendo particular.
Más allá de las diferencias marcadas por las pinturas faciales y corporales, las dos bailarinas se singularizan por el inusual modo de representar el pelo y las faldas. Con profundas incisiones hechas con una gubia y dispuestas muy regularmente en hileras, se ha querido caracterizar un tipo de material fácil de reconocer para la antigua población del valle de México, pero que nos resulta ahora enigmático. Solamente podemos notar que no da vuelo a la falda, sino que parece pesado. Lo cierto es que estas figurillas más que caracterizar mujeres individuales, como suele ser el caso, parecen querer aludir a un cierto tipo de bailarinas reconocibles por su atuendo particular.