Las obras de tradición Mezcala tuvieron como objetivo principal el enriquecimiento del culto funerario en la región de la cuenca media del Balsas. Todo indica que la mayoría de las piezas fueron utilizadas localmente en la época de su manufactura, sin embargo, algunas piezas de esta tradición o imitaciones de ellas aparecieron en sitios distantes como Teotihuacán. Fuere por medio del tributo o debido a las redes de comercio, los teotihuacanos conocieron la tradición lapidaria del sur y consideraron interesante adquirir piezas para completar sus propias ofrendas.
Vale la pena observar que algunas piezas cercanas a la tradición Mezcala muestran también una serie de rasgos que encontramos en Teotihuacán. Esta pieza, junto con la marcada con el registro 959, se asemeja a obras del tipo mencionado, por el material, y por ser representaciones simétricas de la figura humana en las que el cuerpo muestra cierta rigidez, con los brazos a los lados. Sin embargo, hay rasgos en ellas que son poco relevantes o inexistentes en la tradición Mezcala, como el dibujo de pliegues corporales; en las ingles y tetillas en esta figura y en los antebrazos y tobillos en la 959. Ambas figuras tienen una cercanía notable con piezas encontradas en ofrendas teotihuacanas.
Mientras se profundiza en el tema y logramos clasificaciones y deslindes más precisos para comprender la tradición Mezcala, podemos sostener la hipótesis de que los artistas del Balsas medio trabajaron también para satisfacer algunas demandas foráneas y especialmente las de Teotihuacán; en cuyo caso habrían adaptado algunos rasgos del estilo para satisfacer criterios distintos de los locales.
Las obras de tradición Mezcala tuvieron como objetivo principal el enriquecimiento del culto funerario en la región de la cuenca media del Balsas. Todo indica que la mayoría de las piezas fueron utilizadas localmente en la época de su manufactura, sin embargo, algunas piezas de esta tradición o imitaciones de ellas aparecieron en sitios distantes como Teotihuacán. Fuere por medio del tributo o debido a las redes de comercio, los teotihuacanos conocieron la tradición lapidaria del sur y consideraron interesante adquirir piezas para completar sus propias ofrendas.