Artista y académico, a los dieciséis años, ingresó a la Escuela Libre de Arte y Publicidad y en 1943 a la Escuela Nacional de Artes Plásticas, donde Carlos Alvarado Lang se encargó de encauzarlo en el arte del grabado y Alfredo Zalce en la pintura al fresco.
Beltrán desarrolló una amplia tarea como dibujante en los periódicos y revistas de la capital, tales como Excélsior (1942), Revista mañana (1944), Novedades(1960), y la revista Magisterio. Posteriormente editó dos periódicos de caricaturas en las que captó los gestos y ademanes más característicos, involuntarios e inconscientes de hombres públicos, políticos, actores y actrices. El primero, surgido en 1958, fue Ahí va el golpe, y el segundo, en 1960, fue El Coyote emplumado.
Años más tarde, Beltrán ingresó al Taller de Gráfica Popular y comenzó a desempeñarse como ilustrador de libros, y se dedicó además a la elaboración de cartillas de alfabetización en lenguas indígenas, material didáctico, y monografías antropológicas y educativas.
En 1953 obtuvo el primer Premio de carteles de alfabetización en 1953; en 1956 el Premio Nacional de Grabado; en 1968, el primer Premio de grabado en la Primera Bienal Interamericana de Pintura y Grabado; en 1976, el Premio Nacional de Periodismo en la rama de ilustradores; y en 1985 el Premio Nacional en Bellas Artes. Recibió dos grandes distinciones académicas al ser designado, en 1968, miembro de la Academia de Artes, y al haber ingresado en el Seminario de Cultura Mexicana, en 1980.
En el Museo Amparo, Alberto Beltrán fue curador de la exposición La plástica veracruzana, 1970-1992 (1992).
Actualizado: 24 de marzo de 2023