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Mauricio Cervantes. Zona Liminal
La pintura de Mauricio Cervantes alberga estados de la naturaleza compleja y lo trastoca, los manifiesta y los enfrenta con sus contrarios: la invisibilidad, la soledad, el estado primario. Descarga cada elemento de sus atributos iniciales y vuelve a nombrarlos.
Una tela en blanco no es un espacio vacío, sino un margen que insinúa los límites de lo inexistente, de aquello que se escapa aún de la razón. La pintura es un lenguaje cuyas palabras pertenecen al orden de los sentidos; color e imagen se sobreponen para crear un código que dicte la sensación de presencia, de pertenencia a este orden, si bien es producto de cada contacto a la vez efímero y eterno con el acto de crear.
Echar mano del mundo para reformular su estado, vagar del centro, de lo concreto, hacia la periferia, hacia la especulación, el sueño y la locura. El pincel arrastra las formas y las distribuye a su disposición, establece un juego entre la transformación de los elementos y su permanencia sobre la tela. Pero dentro de ésta existe el movimiento, un sistema propio en donde líneas y formas se atraviesan, se sobreponen para combinarse en un intento, en un continuo nombrar y ordenar para volver a desarticular, para terminar y recomenzar. Un cuadro no será nunca una conclusión. Logra que universos distintos penetren una misma dimensión y se conviertan en uno sólo que a la vez que evoca a cada uno de los estados anteriores, los olvida y se presenta como una imagen nueva. Se asimila la tela a la condición uterina: la creación de un cuerpo que en parte nos pertenece y en parte es él mismo. El control de una línea es entonces relativo. Un impulso pone a la mano en acción, un segundo después la razón queda rebasada y se vuelcan los sentidos, atacan la tela, se funden con ellas.
Es la transformación la que crea significados. Es el movimiento interno lo que permite observar un cuadro de Mauricio Cervantes y desplazarnos de un estado a otro, a través de esos caminos que imaginamos existentes, que tal vez existen o tal vez son sólo una provocación a los sentidos.
Mauricio Cervantes l Artista