En marzo de 2013, Nawal Sou acompañó a una ambulancia cargada de medicamentos hasta Alepo, Siria, durante el inicio del conflicto sirio, dejando su número de teléfono en cada reunión. Desde entonces, su móvil circula entre los posibles desplazados por la guerra. La primera llamada llegó una mañana del verano de 2013 desde un barco perdido en el Mediterráneo, haciendo agua y con cientos de sirios en pánico. Pasado el pasmo inicial, llamó a la Guardia Costera Italiana. Le explicaron cómo ayudar a que los inmigrantes localizaran las coordenadas GPS en su teléfono para guiar su rescate. Tras horas de incertidumbre, Nawal pudo por fin respirar: estaban todos sanos y salvos. Desde entonces, esta escena se repetiría centenares de veces.
Se calcula que con su télefono móvil, ella ha estado involucrada en el salvamento de al menos 200,000 migrantes en el mar Mediterráneo. Y su télefono sigue sonando. Nawal tiene 29 años. Es italiana nacida en Marruecos, de padres marroquíes.
En marzo de 2013, Nawal Sou acompañó a una ambulancia cargada de medicamentos hasta Alepo, Siria, durante el inicio del conflicto sirio, dejando su número de teléfono en cada reunión. Desde entonces, su móvil circula entre los posibles desplazados por la guerra. La primera llamada llegó una mañana del verano de 2013 desde un barco perdido en el Mediterráneo, haciendo agua y con cientos de sirios en pánico. Pasado el pasmo inicial, llamó a la Guardia Costera Italiana. Le explicaron cómo ayudar a que los inmigrantes localizaran las coordenadas GPS en su teléfono para guiar su rescate. Tras horas de incertidumbre, Nawal pudo por fin respirar: estaban todos sanos y salvos. Desde entonces, esta escena se repetiría centenares de veces.