Cabecilla de figurilla con fleco

Las figurillas del periodo Preclásico representan una de las primeras formas de expresión artística en la antigua Mesoamérica. Aunque es probable que existieran objetos estéticos desde la llegada del ser humano a América, la mayoría de ellos fueron elaborados con materiales perecederos y no se han conservado hasta nuestros días. Sin embargo, con el desarrollo de la cerámica, surgieron manifestaciones artísticas que perduraron en el tiempo. Las figurillas nos ofrecen una mirada única a aspectos de la sociedad de la época, como vestimentas, acciones y creencias de las diferentes comunidades. Estas representaciones van más allá de la utilidad práctica de los objetos, brindándonos una ventana hacia un pasado que de otra manera permanecería oculto.

En el arte de las figurillas del periodo Preclásico, el uso del pastillaje jugó un papel fundamental. A través de esta técnica, se crearon las facciones del rostro, los tocados, la vestimenta y otros elementos asociados. El rostro en particular recibió una atención especial, y combinado con incisiones, se lograban representaciones únicas. En algunos casos, las figurillas presentan un tratamiento diferenciado de los ojos y la boca, como era de esperar. Sin embargo, también encontramos representaciones intrigantes donde se emplea la misma figura en los ojos en la boca, es decir, se coloca una forma de ojo en lugar de la boca. Este procedimiento aún plantea interrogantes y continúa siendo objeto de estudio y análisis por parte de los investigadores.  

Esta figurilla es ejemplo de las representaciones que presentan un ojo en lugar de la boca. Lamentablemente, solo se conserva la cabeza de la figurilla, mientras que el resto del cuerpo se ha perdido. En esta pieza, tanto los ojos como la boca se crean utilizando el mismo procedimiento. Se realiza una incisión para crear una forma almendrada, que se delimita con una pequeña tira de pastillaje. En el centro de la forma se coloca un pequeño punto, que representa el iris en los ojos, pero en el caso de la boca resulta peculiar, aunque en otras piezas sabemos que tenía la intención de marcar los dientes.

La nariz, siguiendo la convención habitual, es pequeña y triangular. El tocado, que suele ser la parte más destacada de la cabeza, presenta en este caso dos líneas horizontales incisas en la sección superior de la pieza. A continuación, se colocó al pastillaje un gran rectángulo con líneas verticales incisas, simulando un mechón de cabello que se eleva desde la coronilla y se extiende hacia adelante de la cabeza, como un fleco. En la vista posterior de la cabeza se observan tres tiras de barro que probablemente continuaban hacia el cuello.

Además, a los lados de la cabeza se encuentran dos pequeñas bandas en forma de U, simulando las orejas y las orejeras que la figurilla llevaba. Estos detalles brindan información adicional sobre la representación estilística y los elementos decorativos que formaban parte de las figurillas del periodo Preclásico.

Las figurillas del Preclásico son una valiosa fuente de información acerca de las prácticas, formas y creencias de aquel período histórico. Aunque solo contemos con fragmentos de estas piezas, su estudio en conjunto con otros objetos arqueológicos nos brinda la oportunidad de construir un panorama más completo de la vida y el legado de las antiguas comunidades que habitaban el territorio mexicano hace más de 3000 años