El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico
Rostro de mujer con cabello naranja | El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico | Museo Amparo, Puebla
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Rostro de mujer con cabello naranja

Región Valle de México
Período Preclásico medio
Año 1200-500 a.C.
Período 9 Preclásico medio
Año 1200-500 a.C.
Técnica

Barro modelado con pastillaje e incisiones

Medidas 4.8   x 3  x 2.4  cm
Ubicación Bóveda Prehispánico
No. registro 52 22 MA FA 57PJ 702
Investigador

Cada cultura a lo largo del mundo ha desarrollado su propio ideal de belleza, definiendo estándares para el cuerpo, adornos y apariencia facial que han evolucionado a lo largo del tiempo y varían de una sociedad a otra. En el contexto de la época prehispánica en México, aunque el ideal de belleza experimentó cambios significativos a lo largo del tiempo, existió una preferencia constante entre las mujeres por el uso de un pigmento amarillo como maquillaje, ya que este color estaba asociado con lo femenino.

El uso de pigmento amarillo en la cosmética prehispánica se consideraba un elemento fundamental para realzar la belleza y atractivo de las mujeres. Este maquillaje se aplicaba en toda la cara, desde la barbilla, los labios, las mejillas, los párpados y la frente, proporcionando una apariencia deseada por la sociedad.

Esta pieza nos presenta la cabeza de una figurilla perteneciente al período Preclásico. En esta pieza, podemos apreciar los rasgos característicos de las figurillas de esta época, así como el destacado trabajo realizado al pastillaje.

La figurilla en cuestión exhibe un rostro de forma cuadrada, con rasgos distintivos que reflejan la destreza artística de su creador. El tratamiento minucioso de los detalles es evidente en la representación de la boca y los ojos. La boca, delineada con una delicada incisión, es resaltada por una fina tira de barro que se integra de manera armoniosa con el rostro. Los ojos, por su parte, se componen de una pequeña incisión circular que simula el iris, acentuado con un punto al pastillaje que representa la pupila.

La nariz, de tamaño reducido y forma triangular, es característica de las figurillas de este estilo. Su presencia añade un elemento distintivo al rostro y contribuye a su expresión general. Asimismo, las cejas, trazadas con dos bandas de barro colocadas al pastillaje, se extienden desde los extremos hasta el entrecejo, enmarcando los ojos y aportando un mayor realismo a la figura.

El cabello y el tocado de la figurilla son elementos de gran relevancia en su diseño, captando la atención del espectador. En la parte superior de la cabeza, se destaca una pequeña protuberancia con incisiones verticales que imitan la textura del cabello. En el centro, sobresale un diminuto flequillo rectangular que se proyecta hacia la frente de la figura, añadiendo un detalle distintivo. Desde la parte posterior de la cabeza, se desprenden dos tiras que se extienden a los lados, alcanzando incluso el pecho. Estas tiras, que parecen representar adornos o accesorios capilares, aportan un toque adicional al tocado y complementan el estilo general de la figurilla. En conjunto, el cuidado y la elaboración minuciosa del cabello y el tocado demuestran la importancia de la estética y la belleza en esta representación artística.

Además, la mujer exhibe un adorno de gran elegancia. Sobre su cabello se aprecia una banda de barro adornada con pequeñas esferas distribuidas en ella. Dos de estas esferas se encuentran en los extremos laterales, mientras que otras tres se sitúan en el centro. En medio de la banda emerge otra tira más grande que se proyecta hacia la parte posterior de la cabeza, destacando una esfera en su punto más elevada. Además, la figurilla presenta dos diminutas orejeras en forma de círculo con una perforación en el centro, colocadas a los lados de la cabeza. También es posible distinguir un pequeño collar alrededor del cuello, aunque lamentablemente la pieza está fracturada en esa zona, lo que nos priva de apreciar el pecho, los brazos y las piernas.

La pieza exhibe signos de la estética valorada durante el período Preclásico. La piel de la figurilla muestra un tono amarillo, mientras que el cabello está pintado con un color naranja de alta intensidad. Además, el tocado, las orejeras, el collar y el peinado contribuyen a brindarnos una idea de los estereotipos estéticos que prevalecían en aquel momento. Estos elementos combinados nos acercan a la comprensión de los ideales de belleza arraigados en esa época.

Cada cultura a lo largo del mundo ha desarrollado su propio ideal de belleza, definiendo estándares para el cuerpo, adornos y apariencia facial que han evolucionado a lo largo del tiempo y varían de una sociedad a otra. En el contexto de la época prehispánica en México, aunque el ideal de belleza experimentó cambios significativos a lo largo del tiempo, existió una preferencia constante entre las mujeres por el uso de un pigmento amarillo como maquillaje, ya que este color estaba asociado con lo femenino.

Obras de la sala

El México antiguo. Salas de Arte Prehispánico