Cabeza segmentada perteneciente a una figurilla de cuerpo entero, realizada en barro modelado, alisada y con aplicaciones de pastillaje.
Algunos detalles invitan a pensar que es un personaje femenino, como son las orejeras circulares, pero principalmente la disposición del cabello partido al medio, con una raya bien marcada y el corte escalonado en los laterales del rostro y parte superior del contorno de la cara, diseño que se lució mucho durante el Clásico tardío, entre los siglos VII y VIII d.C.
El rostro de la mujer es alargado, con labios gruesos y boca entreabierta, y unos ojos abultados y almendrados, todo esto, junto con el tan exitoso peinado escalonado, es característico de las figurillas de Jaina, aunque en ámbitos domésticos de muchas ciudades mayas también se han encontrado figuras con estas mismas características, entre ellas Palenque, por lo que no se puede descartar que la procedencia fuera esta ciudad.
La cabeza se alarga de forma exagerada hacía arriba por la modelación cefálica tabular erecta pseudo circular. Para resaltar aún más ese diseño del cráneo se colocaba un adorno entre la glabela y la frente que, como se aprecia en esta figura, conseguía alargar la nariz, pronunciando y exagerando su tamaño hacia la frente.
Cabeza segmentada perteneciente a una figurilla de cuerpo entero, realizada en barro modelado, alisada y con aplicaciones de pastillaje.