Durante el Clásico tardío, en la Costa del Golfo, se dio el mayor desarrollo del juego de pelota. El conjunto ritual de esta actividad estuvo compuesto por tres elementos representados en escultura y pintura, así como los artefactos físicos obtenidos de ofrendas o de hallazgos fortuitos y descontextualizados, a saber: el yugo, el hacha y la palma.
Los yugos tienen forma de herradura abierta o cerrada, las proporciones en general son estandarizadas cerca de los 40 cm de largo, pero se pueden encontrar de menos de 20 cm y de más de 50 cm. El material pétreo de elaboración también es variable, así como la calidad de la piedra; las representaciones pueden ser nulas en yugos lisos o tan elaborados que llegan a ser verdaderas obras de arte.
La función práctica de estas piezas no es aún clara, pues si bien en las representaciones gráficas se encuentra colocado en la cintura de personajes asociados al juego de pelota, se cuestiona la factibilidad de portarlo junto con el hacha y la palma en el desarrollo del juego; si se tratara de un elemento sólo del proceso ritual de la actividad no se conoce el simbolismo real del conjunto. Otra de las teorías maneja que se trató de moldes para yugos de cuero y rellenos de algodón de alta producción para ese periodo y en esa región; es difícil definirlo a partir de la variedad en tipos de juego de pelota desarrollados en Mesoamérica, desde el Preclásico hasta el Posclásico, observado en las variantes estructurales de cancha en la clasificación de Éric Taladoire; así como en el mural de Tepantitla, Teotihuacan donde se distinguen diferentes formas de jugar. Así, quizá en esta región durante este periodo se desarrolló un tipo de juego con uso de yugo como se puede encontrar uso de bastón, codera o guante actualmente.
Los diseños que se pueden encontrar son variados, pero generalmente en su sección frontal se representan elementos zoomorfos como batracios, felinos y estrigiformes, como también se pueden ver rostros antropomorfos, o la combinación de los ellos.
Esta pieza corresponde a un yugo tipo herradura (abierto) de piedra pulida sin poros de 43.5 cm de largo, 37.5 cm de ancho y 15 cm de alto, así como 23 kg de peso, con la representación antropomorfa al centro frontal. El rostro del personaje es de forma cuadrada y el mentón sigue el diseño plano del yugo; los ojos son semioblicuos de contorno en altorrelieve y con los párpados presentes, no se observan pupilas, tampoco las carúnculas lagrimales pero el pliegue en esa parte del ojo está marcado, así como los arcos superciliares; en la nariz no se observan las fosas nasales, el puente y el dorso nasal son delgados hasta llegar a la punta de la nariz, las aletas nasales son anchas y marcadas por incisión curva. La boca está abierta con las comisuras ligeramente hacia abajo, los labios están contorneados por una incisión gruesa; en los rasgos se puede apreciar que tiene bien marcados los surcos nasogenianos; no tiene orejas, pero sí las orejeras circulares grandes con incisión circular central y círculo concéntrico inciso.
De orejera a orejera se alza una franja que sigue el contorno del rostro y al exterior de las orejeras se observa un diseño de punta superior enrollada. Directamente sobre la franja (en la parte superior del yugo) se observa el tocado del personaje de tres incisiones cada uno, similar a los aleros de las figurillas del Centro de Veracruz como los Dioses Narigudos tipo I A y II A descritos por Alfonso Medellín Zenil. En la parte superior y lateral central del yugo, se observan las extremidades superiores flexionadas de la figura antropomorfa con las manos marcadas por incisión a cada lado y descansando justo detrás de las orejeras.
En los remates laterales de la pieza están labrados dos diseños cefálicos zoomorfos que abarcan todo el alto del yugo, su dirección es hacia el borde; por el diseño redondo de las orejas podrían tratarse de felinos con el hocico abierto. El ojo del felino es circular en bajorrelieve con un contorno circular por pulimento, en el hocico se observa una línea de contorno incisa que podría representar la encía del animal; la nariz es oval con incisión para marcar la fosa nasal; y la oreja está en altorrelieve.
En la parte superior, a la altura de las cabezas zoomorfas, se observa un atado de cuatro varas o cañas de cada lado con nudo circular, la posición de estos elementos es en dirección al borde de los laterales rectos del yugo.