Después de intentar varios oficios, halla en la fotografía su vocación. Fue el primer fotógrafo oficial del Ayuntamiento de Río de Janeiro, contratado en 1903 para documentar las radicales reformas urbanísticas promovidas por el alcalde Pereira Passos. Permanece en esa función hasta su jubilación, en 1936. En ese periodo, produce más de 30 mil fotografías.
Además de documentar las transformaciones por las que pasó la ciudad, fotografió la Exposición Nacional de 1908; la Exposición del Centenario de la Independencia y el desmonte del Morro do Castelo, ambos en 1922; que se ha convertido en una de las más antiguas del mundo.
Después de su muerte su obra es presentada en diversos eventos en Brasil y en el extranjero.