En la obra de Francisco Toledo (Oaxaca, 1940–2019) coinciden, a partir de asociaciones libres y de manera dinámica, diversas referencias, tradiciones de representación y materialidades. Mediante los distintos medios plásticos en los que se desempeñó –fundamentalmente la pintura, la gráfica y la escultura–, a lo largo de más de medio siglo construyó un lenguaje y universo de representación únicos a partir de sus conocimientos de la historia del arte occidental, así como de tradiciones indígenas y no occidentales.
Ya desde 1968, a propósito de una exposición suya en la Galería Juan Martín, el escritor Luis Cardoza y Aragón destacó la riqueza imaginativa, paleta propia e invención formal de su obra, en oposición a lo que llamó “el afán de novedad sin novedad” de las corrientes dominantes de la época.
Luego de iniciar sus estudios con Arturo García Bustos y viajar a Ciudad de México para asistir al Taller Libre de Grabado de la Escuela de Diseño y Artesanías del INBA, viajó a Roma y París, ciudad en la que estableció una relación cercana con Rufino Tamayo. Tras los años de su formación y estancia europea, en la década de 1960 regresó a Juchitán, en Oaxaca, desde donde no solo produjo su obra, sino que articuló una constante intervención pública de causas ambientalistas y culturales. Fundó también diversas instituciones como el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca (MACO), el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo (CFMAB) y el Taller Arte Papel Oaxaca.
Exposición retrospectiva 1973-1979 (1980) fue su primera exposición individual en el Museo de Arte Moderno de México y su obra fue exhibida en instituciones como la New York Public Library, en la Tate Gallery de Londres, el Museo de Arte Moderno de París y la Kunstnernes Hus de Oslo, entre muchas otras.
En 1998 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Arte, y en el año 2000 el premio Prince Klaus, dedicado a personajes cuya labor tiene un profundo impacto social y cultural. Asimismo, la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca le otorgó un Doctorado Honoris Causa en 2007.
Su obra forma parte de las colecciones del Museo Tamayo, el Museo de Arte Moderno de México, el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, el Museo Universitario Arte Contemporáneo de la UNAM, el MoMA de Nueva York y el Museo de Arte Moderno de Filadelfia.
En el Museo Amparo, la obra de Francisco Toledo se exhibió en las exposiciones individuales Francisco Toledo: El conejo y el coyote (2005) y Francisco Toledo: Zoología fantástica (2005). También formó parte de las muestras colectivas El tiempo en las cosas I: Salas de Arte Contemporáneo (2021) y Lu’ Biaani: Francisco Toledo y la fotografía (2022).
Actualizado: 22 de agosto de 2024