El Antropólogo, la Bruja y el Cráneo en el Pozo | Manuel Correa

Título El Antropólogo, la Bruja y el Cráneo en el Pozo | Manuel Correa
Título del evento/programa Sala de Espera: Segunda temporada
Fecha 03 de octubre de 2020
Participante(s)
Categoría(s)
Descripción Artista: Manuel Correa
Nombre de la obra: El Antropólogo, la Bruja y el Cráneo en el Pozo
Año: 2020
Duración: 1 minutos 36 segundos
Esta obra se presentó en el marco del Programa en línea “Sala de Espera”, coordinado por Rafael Ortega, donde se presentaron proyectos experimentales de artistas plásticos contemporáneos, durante la pandemia de COVID-19.
Descripción: Cerca al Aeropuerto Internacional Benito Juárez en la Ciudad de México, vemos un pequeño cerrito pelón con una antena de control de tráfico. Es 5 de Mayo y bajo el cerrito, la comunidad del Peñón de los Baños está rebosante de actividad: miles de personas bailan en las calles, toman pulque disfrazados y disparan sus escopetas.
Un misterioso científico y el nonagenario líder de la comunidad nos guían en un recorrido experimental a través de un recuento de la cultura del Peñón de los Baños, siendo el lugar mismo el personaje principal de la alucinación etnográfica que tiene lugar en la película “El Antropólogo, La Bruja y el Cráneo en el Pozo”. En El Peñón de los Baños, la mitología forma parte inseparable de la realidad; brujas mutiladas se aparecen para señalar el lugar de enterramiento de los restos de La Mujer del Peñón III, una osamenta completa y en perfecto estado de conservación perteneciente al habitante más antiguo de América, con 13,000 años, que fue encontrado por el líder de la comunidad Don Facundo Rodríguez en 1959 y que hoy permanece guardada en las bóvedas del Museo de Antropología.
Por otro lado, las aguas termales del manantial del Peñón de los Baños han sido utilizadas desde hace cientos de años por su poder curativo; por esta misma razón, el recinto que las alberga se ha constituido como un importante centro ceremonial desde tiempos prehispánicos: El célebre antropólogo Luis Aveleyra Arroyo de Anda sugirió incluso que el agua que se quema (Atl-Tlachinolli) en el Peñón de los Baños da origen a la malinterpretada serpiente del escudo nacional de México.
La importancia cultural de este sitio llevó a que los españoles destruyeran las edificaciones mexicas que allí había pues se creía que bajo la antigua capilla derruida se esconden ruinas de una pirámide y un pasadizo de entrada al Mictlán. Al aplanar el estacionamiento en el 2008, los administradores del recinto se encontraron grandes rocas talladas con pluviómetros y fauces de jaguar, confirmando parcialmente este mito. Arqueólogos, paleontólogos y geólogos no encuentran forma de realizar excavaciones en el Peñón de los Baños, ya que el barrio se encuentra completamente urbanizado, y no tienen un lugar donde poder hacer prospección. Pese a estar inmerso en la huella urbana de la megalópolis mexicana, El Peñón de los Baños sigue siendo hoy un importante centro espiritual y ceremonial, casi olvidado por investigadores, pese a ser por su inmediatez al Aeropuerto Benito Juárez, el punto de entrada de miles de visitantes al país.
Más allá de una búsqueda por la verdad o conocimiento acerca del Peñón de los Baños, esta película invita a la audiencia a participar de una experiencia inmersiva en la realidad contemporánea de un sitio que pese a su importancia histórica y cultural, ha entrado en deterioro irreparable.