En cuanto a la tipología de este soberbio mueble, de indudable prestigio social, se puede decir, que es un “mueble clásico” de la afamada ebanistería inglesa. La “Blanca Albión", sobre todo después de Thomas Chippendale y Robert Adam, surtió a todo el mundo de muebles para escribir integrados a una cómoda -situada en la parte baja-, con un remate o cuerpo superior que sirve para resguardar libros. Se les conoce como escritorios-librería. Esta conjunción, típicamente inglesa, de una cómoda, un escritorio oculto con tapa abatible y un estante para libros es producto de la necesidad de contar con muebles que se adapten a espacios reducidos dentro de las casas. A este mismo sentido práctico pertenecen las mesas con partes abatibles, tan del gusto inglés.
Los escritorios-librería de estilo Regencia son de bellas, limpias y simples proporciones, desnudos de adornos de madera tallada. Los escritorios-libreros constan de dos cuerpos independientes que se sobreponen uno encima del otro para lograr un mueble alto de reducidas proporciones en el desplante o base. Hay ejemplos de estos muebles en todos los países de Europa, América, e incluso en la India y China, donde se copiaron con gran maestría. A veces, los muebles chinos de este tipo fueron reinterpretados en forma “literal”, y la única huella china que aparece es la numeración guía del interior de los cajones, la cual fue representada con caracteres chinos. Puebla de los Ángeles los reinterpretó desde el siglo XVIII, acentuándose la producción en los dos siglos siguientes (los ebanistas poblanos hicieron alarde de sus conocimientos en materia de ensamblaje).
Por lo general, las maderas en que están hechos, siempre preciosas, son la caoba americana y el cedro rojo. Algunas veces, las puertas de la parte superior incluían redes de alambre, aunque el uso de vidrios translúcidos también está presente. Recuérdese que los vidrios y cristales siempre fueron piezas muy costosas. El mueble que se comenta corresponde al siglo XX, así lo demuestran los remates de bronce esmaltados, que por cierto incluyen elementos decorativos emanados de repertorios asiáticos (también aparecen en los tiradores del frente y los laterales de la cómoda y el estante). Es de destacar que el mueble incluya numerosos compartimentos secretos, producto del buen hacer de los ebanistas que participaron en su manufactura. Un elemento que refuerza que el mueble fue hecho en Asia, es el dejo asiático presente en los atlantes-canéforos-antropofitos del interior y el perfil de los tiradores. Al frente de la tapa abatible aparecen representaciones de delfines que incluyen en sus cuerpos elementos vegetales y vomitan hojarasca, claro producto de la copia de motivos del grutesco europeo, tan del gusto en los siglos XVI y XVII.